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La NASA relaciona las tormentas solares con el fin del agua en Marte

El planeta rojo no cuenta con una capa protectora similar a la terrestre

Los científicos de la Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA) han descubierto que las tormentas solares sobre Marte, sumadas a la escasa protección de la atmósfera del planeta rojo, dieron como resultado la desaparición del agua de su superficie.

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La existencia del agua en los albores del planeta, hace más de 3.500 millones de años, fue confirmada por dos vehículos exploradores que descendieron en el año 2004 sobre el planeta. Inmediatamente después de lograr la confirmación de esta teoría largamente debatida, los científicos se preguntaron qué ocurrió para que el agua desapareciera sin dejar más rastro que rocas estratificadas y formaciones minerales propias de los lugares donde existió el líquido.

La primera pista surgió el año pasado en la Tierra, cuando nuestro planeta se vio afectado por una tormenta de radiación solar que se intensificó en los meses de octubre y noviembre. "Estos acontecimientos de enorme radiación solar pueden afectar [con mayor fuerza] a la superficie de Marte porque ese planeta tiene escasa protección [de su atmósfera]", ha explicado Ed Stone, científico del Laboratorio de Propulsión a Chorro durante una conferencia de prensa celebrada en Pasadena (California).

La clave: la magnetosfera

Además de una atmósfera más densa, la Tierra cuenta con la magnetosfera que la protege del intenso bombardeo de partículas de alta energía durante una tormenta solar. Por el contrario, Marte solo tiene zonas aisladas con este tipo de protección, según han añadido los científicos de la NASA.

"Y durante 3.500 millones de años, tiene que haber ocurrido una gradual erosión del agua en Marte", ha indicado por su parte Thomas Zurbuchen, científico de la Universidad de Michigan durante la rueda de prensa telefónica y a través de Internet. Pese a su escudo protector, la tormenta del año pasado obligó a desviar aviones de pasajeros y muchas comunicaciones radiofónicas y por satélite se vieron interrumpidas.

En la Estación Espacial Internacional (ISS), sus ocupantes tuvieron que refugiarse en el módulo de servicio ruso porque éste contaba con mejor protección contra los rayos.

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