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Reportaje:

Morir en cabo Matxitxako

Una ballena, un macho de la especie rorcual común, apareció muerta el 31 de diciembre en las costas de la localidad vizcaína de Bermeo

No estaba herido, pero es posible que estuviera enfermo y que las corrientes le arrastraran hasta las aguas de Bermeo (Vizcaya). Allí llegó el 31 de diciembre, allí murió ayer y allí sigue, en una zona rocosa cerca del cabo de Matxitxako, hasta que el alcalde decida qué hacer con los restos de una ballena macho de 19,50 metros de longitud y 60 toneladas de peso.

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El alcalde de Bermeo, Juan Carlos Goienetxea, ha anunciado hoy que el Ayuntamiento adoptará en breve una decisión sobre el rescate de los restos de la ballena. El alcalde ha admitido que cualquier medida que se adopte tiene difícil ejecución y ha explicado que se barajan tres posibilidades: trasladar el cetáceo por mar ayudado por un remolcador, despiezarlo en la misma playa -para lo cual se necesita mucho personal, a lo que se añade la dificultad del acceso a la zona donde ha quedado varado el animal- o, finalmente, dejarlo en la misma playa hasta que un fuerte golpe de mar se lo lleve de vuelta al agua.

Una llamada a SOS Deiak de un pescador deportivo alertó ayer de la presencia en una zona rocosa de Bermeo de un cetáceo muerto de gran tamaño. La ballena, un rorcual común macho, se encontraba varada en el acantilado desde el pasado día 31. El presidente de la Sociedad para el Estudio y la Conservación de la Fauna Marina (Ambar), el biólogo marino Pablo Cermeño, ha asegurado en relación a la aparición del cetáceo en la costa vizcaína que "es posible que el mamífero marino estuviera enfermo ya que no se le ve ningún indicio exterior, ninguna herida".

Las causas de la muerte

Para el biólogo, "es probable que se dirigiera hacia el Sur y que, por su enfermedad, se fuera rezagando y las corrientes le hayan arrastrado a estas aguas". Expertos de Ambar recogieron ayer muestras de piel y grasa para elaborar en los próximos días unos análisis genéticos y de contaminación. Además, según cuenta El Correo, el organismo espera poder practicarle la autopsia según lo que decida el Consistorio. "Estamos a la espera de determinar la forma en la que se producirá la retirada del rorcual para abrirlo y realizar los estudios necesarios que determinen la causa de la muerte", ha explicado Ambar.

Cermeño ha apuntado también que "este tipo de ballena es el segundo animal más grande del planeta, después de la ballena azul, y no es complicado verla por el Golfo de Vizcaya". De hecho, el verano anterior este organismo avistó "unas 80 ballenas de esta especie en el Golfo de Vizcaya". Sin embargo, su presencia por estas aguas durante el invierno no es muy habitual. En todo caso, el hallazgo de este mamífero marino constituye el varamiento más importante que ha tenido lugar en las costas del País Vasco.

En 1997, un ejemplar de similar tamaño fue a morir a la playa cántabra de Oriñón, en lo que fue considerado como la ballena más grande aparecida en el litoral de España. La autopsia descubrió en su estómago 50 kilos de plásticos y de otras basuras arrojadas al mar.

Un hombre analiza la boca del roncal, la segunda especie mayor en tamaño tras la ballena azul, en cabo Matxitxako.
Un hombre analiza la boca del roncal, la segunda especie mayor en tamaño tras la ballena azul, en cabo Matxitxako.LUIS ALBERTO GARCÍA

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