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RELACIONES ESTADO-IGLESIA CATÓLICA

Bono responde al Papa que algunas posiciones de la Iglesia son contrarias al mensaje de Cristo

El PSOE tacha de "injustas y desmesuradas" las críticas de Juan Pablo II al Gobierno.- El PP avisa de que llevar a cabo una "cruzada" contra los católicos es "un error"

El ministro de Defensa, José Bono, católico practicante, se ha manifestado hoy "radicalmente en contra" de las críticas vertidas ayer por el Papa contra el Gobierno español por el "laicismo" de sus reformas sociales. Según ha explicado Bono en los micrófonos de Radio Nacional y posteriormente en rueda de prensa en la sede de su ministerio, algunas posiciones de la Iglesia, como su actitud ante los homosexuales o el uso del preservativo, están "en contra del mensaje de Cristo". Mientras tanto, el PSOE ha tachado de "injustas y desmesuradas" las críticas y el PP ha avisado de que llevar a cabo una "cruzada" contra los católicos es "un error".

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Bono, tras mostrar su "respeto" al Papa como "referente moral", ha señalado que está en "grave desacuerdo" con algunas de sus manifestaciones y "muy sorprendido" respecto a otras, como las referentes al Plan Hidrológico Nacional (PHN). "No parece que nadie interprete la política del agua en España como propia de materia de fe de la que el Papa podría hablar de modo infalible", ha señalado al respecto, para añadir que quien "preparó la nota" al Pontífice cometió "un error". Pero principalmente, Bono no está de acuerdo en que se considere "pecaminoso, condenable y conducta que se deba demonizar el uso de preservativo".

A su juicio, hay una falta de "sintonía" entre la sociedad española y la jerarquía de la Iglesia católica "en aspectos que tienen que ver con la moral sexual". Así, la Conferencia Episcopal debería pensar si no tiene "algo de culpa" en el alejamiento de muchos feligreses de la fe cristiana -sólo el 14% de los jóvenes va a misa, según las últimas encuestas-. "Cristo estaría hoy más preocupado de los 25.000 niños que mueren de hambre todos los días o de las guerras. Cristo estaría con los pacíficos", ha subrayado Bono. Para el ministro de Defensa, son tembién injustas las críticas al Ejecutivo español por su supuesta campaña contra la Iglesia. "Querer culpar al Gobierno de una 'ola de laicismo' es una exageración y sobre todo, una falsedad", ha indicado, subrayando que la fe pertenece "al ámbito privado" y que "no puede estatalizarse".

El Gobierno no es "guardián de la fe"

En este punto, ha recordado al Vaticano que "ni este Gobierno ni ningún otro pueden ser guardianes de la fe. Se acabó el brazo secular al servicio de posiciones intransigentes o inquisitoriales". "Si encuentran en Europa algún país que trate a la Iglesia Católica mejor que el Gobierno de España en cumplimiento de los acuerdos entre ambos Estados, que nos lo digan", ha puntualizado. Finalmente, el ministro, como "cristiano", afirma querer pertenecer a una Iglesia en la que "el mandamiento principal" es "el del amor y no el de la condena, la intransigencia o la vía inquisitiva para imponer determinados criterios". La ministra de Educación, María Jesús San Segundo, también ha replicado al Papa que la propuesta del Gobierno para la enseñanza de religión es "totalmente acorde" con la legislación española ya que "garantiza perfectamente" el derecho de quienes desean que sus hijos reciban esta formación en la escuela.

Más duro ha sido el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien ha calificado las palabras del Papa de "injustas, desmesuradas y fuera de lugar" y ha considerado que es cuando menos "peculiar" que Roma critique el PHN. En el Congreso, Rubalcaba ha bromeado con la posibilidad de que el discurso fuera un guión de manual y de que a alguien se le fuera la mano y "apareció algo que no estaba en el guion del Papa sino de alguien que hablaba en el partido de las dos pes", en alusión al PP. El portavoz socialista ha recordado además a la Iglesia que España es un país laico, porque así se recoge en la Constitución, y ni el Estado puede imponer a todos convicciones religiosas ni la Iglesia puede imponer "la moral de unos cuantos a todos los ciudadanos".

Sin embargo, el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, ha agradecido "profundamente" las palabras de Juan Pablo II "en torno a ese principio de solidaridad" que a su juicio es "fundamental" para entender el PHN. También desde el PP, su portavoz, Eduardo Zaplana, ha exigido "el máximo respeto a las opiniones políticas" del Papa y ha recordado que se trata del mismo Pontífice cuyas críticas al anterior Gobierno por Irak gozaron de "gran difusión". Y el líder del PP, Mariano Rajoy, ha avisado a Zapatero de que lanzar una "cruzada" contra los católicos constituye "un error". Para Rajoy, los socialistas han elegido como objetivo de sus "cruzadas" a los jueces, EE UU y los católicos. "Son tres cruzadas que no se sabe a qué vienen, que no se sabe qué tienen que ver con el interés de la mayoría de los españoles y que sólo pueden servir para exacerbar las radicales posiciones de algunos", ha sentenciado.

El ministro de Defensa, José Bono, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, en rueda de prensa en Madrid.
El ministro de Defensa, José Bono, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, en rueda de prensa en Madrid.

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