La última barrera de las Tres Gargantas
Espectacular derribo para culminar mayor proyecto hidroeléctrico del mundo
Las autoridades chinas han utilizado la cantidad de explosivos necesaria para derribar 400 edificios de diez plantas, unas 191 toneladas colocadas bajo el agua, para demoler de forma controlada la última barrera que protegía la presa de las Tres Gargantas, el mayor proyecto hidroeléctrico del mundo. En tan sólo doce segundos, la cadena de explosiones ha logrado que se viniera abajo la enorme pared de 580 metros de largo y 140 de alto que estaba conectada con la ribera sur del río Yangtsé.
Casi 190.000 metros cúbicos de fragmentos de cemento cayeron al río más largo de China, y los ingenieros calificaron la operación de un éxito completo que no provocará terremotos. "La destrucción de la ataguía de cemento (...) no provocará desastres geológicos", ha asegurado el administrador general de la Corporación de Desarrollo de las Tres Gargantas del río Yangtsé, Li Yong'an.
La ataguía, una pared que atajaba el paso del agua durante la construcción del dique y que permitía trabajar bajo el agua, supone que la mayor presa del mundo ha comenzado su trabajo de control de las inundaciones, explicó Xinhua, dos años antes de lo previsto.
La construcción de las Tres Gargantas, el mayor proyecto hidroeléctrico del mundo, se terminó el mes pasado, nueve años después de que comenzaran las obras.
Un polémico proyecto
Con 1,3 millones de campesinos expropiados y desplazados, cien obreros muertos en la construcción y 200.000 metros cúbicos de aguas residuales acumuladas en el embalse, el proyecto tiene como objetivos satisfacer la sed energética del país y acabar con las milenarias crecidas del Yangtsé.
China ha apostado por construir grandes plantas hidroeléctricas como una de las formas para solucionar sus necesidades energéticas, pese a las advertencias de muchos expertos y ecologistas, que consideran demasiado elevado el costo social, medioambiental y económico de este tipo de proyectos.