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Fósiles de roedores españoles desvelan el por qué de la aparición y extinción de los mamíferos

Las diferentes especies surgían y desaparecían en dos ciclos, uno cada 2,4 millones de años y otro cada millón de años

La extinción y aparición de nuevas especies de pequeños mamíferos hace millones de años estaba determinada por el ciclo astronómico de la Tierra. Este descubrimiento, que mañana publica la revista Nature, es fruto del trabajo de ocho investigadores españoles, franceses y holandeses. El estudio, coordinado por la Universidad de Utrecht y en el que ha participado el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, ha llegado a estas conclusiones estudiando fósiles de roedores de España.

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Según los autores del estudio, los movimientos en la órbita de la Tierra podrían ser los responsables de la regularidad con la que las especies de mamíferos aparecen y se extinguen. Los paleontólogos han recopilado algunos de los datos fósiles más destacados de 22 millones de años y muestran que los puntos más altos de volumen de especies se corresponden con los cambios en la órbita del planeta que producen un enfriamiento global. Los científicos estudiaron un registro de fósiles de roedores en España, en cuya recopilación han participado numerosos investigadores españoles y extranjeros durante los últimos 50 años. El conjunto de datos proporciona un cómputo detallado de cuándo surgieron y desaparecieron estas especies.

Según han explicado María Ángeles Álvarez Sierra y Pablo Peláez Campomanes, la investigación se centró en los momentos de aparición y desaparición de especies de roedores durante el intervalo estudiado -la suma de ambos fenómenos se denomina "turnover"-. Se detectaron dos importantes patrones, en primer lugar que estas apariciones y desapariciones en su mayor parte se encontraban concentradas en ciertos momentos y en segundo lugar que existía una periodicidad significativa en estos eventos: ciclos de 2,4 millones y 1 millón de años. "La importancia del trabajo es que estos ciclos encontrados en las faunas de roedores son muy similares a los ciclos astronómicos de 2,37 y 0,97 millones de años que se relacionan respectivamente con los cambios en la órbita terrestre alrededor del Sol, que varía de elíptica a circular, y con los cambios en la inclinación del eje de la Tierra, que varía entre 22,2 y 24,5 grados", dice Peláez Campomanes.

También en reptiles y anfibios

Los investigadores explican que ambos procesos del planeta en su órbita daban lugar a la expansión de capas de hielo, un enfriamiento global y cambios en los patrones de lluvia, lo que podría explicar las observaciones previas que señalaban que las especies de mamíferos tendían a sobrevivir una media de 2,5 millones de años antes de extinguirse. Peláez Campomanes señala que "la relación entre ciclos astronómicos y cambio climático era conocida con anterioridad" a su trabajo pero "se relacionaban con ciclos de menor duración, de 20.000 y 400.000 años, conocidos como ciclos de Milankovitch. Por tanto, ésta es la primera vez que se relaciona ciclicidad astronómica de larga duración con cambios en las faunas de mamíferos en medios continentales".

"Este hallazgo refuerza la teoría de que la especiación estaba modulada por el clima", ya que los cambios en la órbita terrestre y su inclinación ocasionaban fenómenos climáticos como heladas más largas y mayor diferencia entre estaciones que podían determinar la supervivencia de vegetales y animales, indicó Peláez-Campomanes. Probablemente, el comportamiento de las especies de grandes mamíferos, y sobre todo de los reptiles y los anfibios, era muy similar, pues estaban muy sujetos a los cambios del clima, añade el experto.

El trabajo se basa en los resultados obtenidos después de la compilación de una base de datos del registro fósil de roedores de 22 millones de años (Mioceno y Plioceno) de las cuencas continentales centrales españolas. La información proviene del estudio de unos 80.000 restos fósiles representados por dentición procedentes de 200 yacimientos. La dentición ofrece una serie de ventajas como la durabilidad, que suelen ser los restos mejor conservados de mamíferos del pasado y su potencial para la determinación de las especies, ya que presentan una morfología característica para cada una de ellas. Esta base de datos es el fruto de años de trabajo de varios grupos de investigación nacionales, principalmente de la Universidad Complutense de Madrid y del Museo Nacional de Ciencias Naturales, y extranjeros -la Universidad de Utrecht y el Museo de Ciencias Naturales de Leiden (Países Bajos)-.

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