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Chantal Sébire murió por una sobredosis de barbitúricos

La mujer, que sufría un cáncer muy doloroso e incurable, había pedido al Estado francés que la asistiese en su suicidio

"Quiero irme rodeada de mis hijos, amigos y médicos, festejando el viaje antes de dormirme definitivamente al alba", dijo Chantal Sébire. El Estado francés le negó la ayuda que pedía para quitarse la vida, y ella se suicidó poco después con barbitúricos, según ha hecho público hoy el fiscal que investiga su muerte.

Los análsis toxicológicos practicados han revelado que Sébire, de 52 años, ingirió una "dosis mortal" de medicamentos. Sufría un tumor en la cara que no era operable y que le iba deformando los rasgos provocándole además grandes dolores. Fue encontrada muerta en su casa el pasado 20 de febrero, cerca de la ciudad francesa de Dijon.

Sébire había pedido a los médicos y a la justicia que le suministrasen una inyección letal de penthotal que la liberase del dolor y la degradación física, demanda a la que no habían podido acceder dado que la actual legislación francesa no contempla en ningún caso la posibilidad de la eutanasia activa, según ha informado Octavi Martí.

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Ella decidió airear su caso en la prensa para impulsar el debate y acceder a un suicidio médicamente asistido. El Gobierno de Nicolas Sarkozy ha encargado a una comisión que estudie posibles agujeros legales para remediar casos similares.

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