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La OMS pide a los Gobiernos que no recorten gastos en sanidad pese a la crisis

El informe anual del organismo hace recomendaciones para aumentar los recursos sanitarios y gastarlos mejor. Destaca que los pagos directos por tratamientos llevan a la pobreza a 100 millones de personas al año

La OMS es consciente de que, en una situación de crisis como la actual, los Gobiernos en casi todo el mundo tratan de recortar gastos, también en Sanidad, mientras aumenta la demanda de una prestación sanitaria de calidad por varios factores: el envejecimiento de la población, el aumento de enfermedades crónicas y tratamientos cada vez más caros. El consejo de la OMS a los Gobiernos es que no recorten gastos en Sanidad, sino que gasten mejor, dado que estiman que entre un 20 y un 40% del gasto de los países en Salud "se pierde por ineficiencia", y que, en lo posible, aumenten sus recursos sanitaros. En su informe anual sobre la salud en el mundo, titulado La financiación de los sistemas de salud. El camino hacia la cobertura universal, el organismo señala, da una serie de recomendaciones a los países para mejorar la financiación de sus sistemas de salud, entre otras cosas, porque "el peso de las facturas sanitarias arroja a la pobreza a 100 millones de personas al año".

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En la presentación del informe en Berlín, la directora general de la OMS, Margaret Chan, señala que vivimos un "momento que se caracteriza por la recesión económica y por unos costes crecientes de la atención sanitaria", por diversos motivos, por lo que los Gobiernos se ven presionados, por un lado, a mejorar la cobertura, y por otro, a reducir gastos. Ante tal situación, aconseja "antes de buscar de dónde recortar el gasto de la asistencia sanitaria, hay que buscar opciones que mejoren la eficiencia". En este sentido, el informe destaca que "entre el 20% y el 40% del gasto sanitario total se pierde por la ineficiencia", por lo que el texto se centra en recomendaciones en 10 áreas específicas para que los países puedan "acercarse mucho más a la cobertura universal sin aumentar el gasto".

Como señala el informe, el objetivo es la cobertura médica universal en todos los países, situación de la que "estamos muy lejos". Señala tres obstáculos fundamentales: la disponibilidad de recursos, la dependencia excesiva de los pagos directos cuando se necesita asistencia médica y el uso ineficiente de los recursos, que hace que se "malgaste entre el 20 y el 40% de los recursos destinados a la salud".

Ante estos tres obstáculos, la OMS recomienda "recaudar más fondos para la salud", disminuir la dependencia de los pagos directos y mejorar la gestión de los recursos. Para el primer punto, señala, por ejemplo, una recaudación de impuestos más eficaz, nuevas tasas sobre ventas o transacciones de divisas o sobre el tabaco, por ejemplo -según la OMS, aumentar el 50% el impuesto del tabaco generaría 1.420 millones de dólares adicionales solo en 22 países pobres-, o que los países ricos destinen efectivamente el 0,7% de su PIB a ayuda al desarrollo.

En cuanto a la excesiva dependencia de pagos directos, alerta el organismo del "riesgo de catástrofe financiera" de quien necesita asistencia médica y tiene que pagar por ella en el momento de recibirla, lo que, según sus datos, esto lleva cada año a 100 millones de personas a la pobreza. "Nadie que necesite asistencia sanitaria debe arriesgarse a la ruina financiera por ello", dice Chan. Por ello, recomienda sistemas basados en el "prepago", "pagos realizados antes de sufrir una enfermedad, mancomunados de alguna manera y que se emplean para financiar los servicios sanitarios de todos aquellos que tengan cobertura". La OMS pone en el 15-20% del gasto sanitario el límite razonable de los pagos directos.

Finalmente, para mejorar la eficiencia del gasto, "conseguir más con los mismos recursos", la OMS hace una serie de recomendaciones, como el aumento del uso de medicamentos genéricos, "sacar el máximo partido a las tecnologías y los servicios sanitarios", "motivar al personal sanitario", "mejorar la eficiencia hospitalaria", "conseguir la asistencia correcta la primera vez, reduciendo los errores médicos", "eliminar el despilfarro y la corrupción" y "evaluar críticamente cuáles son los servicios necesarios".

La directora general de la OMS, Margaret Chan, en Berlín.
La directora general de la OMS, Margaret Chan, en Berlín.EFE

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