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Farmaindustria calcula que los nuevos recortes suponen el 15% de su facturación

La patronal da por roto el Plan Sectorial que habían acordado con el presidente del Gobierno

Los 2.400 millones de ahorro que espera alcanzar el Ministerio de Sanidad con las medidas anunciadas ayer -sobre todo, que el médico no pueda recetar por marca sino por principio activo para que el farmacéutico tenga que dar el fármaco equivalente más barato- representan aproximadamente el 15% de la facturación de los laboratorios. Esa cifra, sumada a los recortes por las rebajas decretadas el año pasado implica que "los tres decretos de los últimos 17 meses tienen un impacto para el sector farmacéutico que supone el 30% de sus ventas", recordaba la ministra de Sanidad, Leire Pajín. De esta contundente manera, el director de Farmaindustria (la patronal de los laboratorios que fabrican medicamentos de marca), Humberto Arnés, ha querido exponer el daño que las medidas del Ministerio de Sanidad van a representar en un sector "que es líder en I+D".

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Se refiere Arnés a los dos reales decretos del año pasado, que rebajaron los precios un 7,5%, y el anunciado ayer por la ministra de Sanidad, que incluye como medida estrella obligar a los médicos que en las recetas no pongan el nombre de un producto (la marca), sino su principio activo (la molécula que le da las propiedades terapéuticas). Esto quiere decir que se pierde la especificidad, y, por ejemplo, no se podrá recetar Clamoxyl, sino amoxicilina.

La cuenta de Farmaindustria es sencilla: si, según Sanidad, la primera de las medidas iba a suponer un ahorro de unos 2.500 millones de euros, y la nueva propuesta otros 2.400, la suma, casi 5.000, representa un tercio de unas ventas que están alrededor de los 15.000 millones. "Hacen caer todo el peso de los recortes en la industria. Estamos consternados y sorprendidos", ha afirmado Arnés.

Además, la medida ha llegado cuando ambas partes -Gobierno y patronal- intentaban recomponer sus relaciones mediante un plan sectorial para estimular un sector que es el que más invierte en I+D en España. Ese plan -que refrendó el pasado septiembre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero- preveía dar estabilidad al sector.

Aparte de motivos económicos, Farmaindustria se ha convertido en abanderada de la libre prescripción del médico. "Nos parece bien que se recomiende recetar por principio activo, pero no que se obligue", ha dicho Arnés. Curiosamente, la Organización Médica Colegial (OMC) no le ve problema, una vez que se asume que el decreto establecerá excepciones y que los genéricos son de igual calidad que los medicamentos de marca -aunque estos sean "el referente", como ha insistido varias veces Arnés-. Pero la OMC "no es el organismo de referencia para pronunciarse", ha dicho el director de Farmaindustria, quien apela a las manifestaciones contrarias de algunas sociedades médicas.

El rechazo, sin embargo -como es habitual en Farmaindustria- no incluye medidas de fuerza. De hecho, la industria, según dice Arnés, estaba dispuesta a aceptar alguna de las medidas aprobadas, como que la bajada de precios de un medicamento de marca al del genérico más barato se hiciera de golpe (ahora tienen un periodo de adaptación), pero hay un aspecto, sobre todo, que les tiene muy preocupados. Las últimas modificaciones de la ley del medicamento establece que cuando haya dos productos a precio mínimo, si uno es de marca y otro genérico, el farmacéutico debe dispensar el genérico. Si eso siguiera -que no parece- los medicamentos de marca quedarían fuera de ese mercado. Y "todavía los laboratorios dependen de los medicamentos antiguos para salir adelante", ha afirmado Arnés. Es decir, aunque, en teoría, están volcados en la innovación, necesitan del dinero que ganan con productos antiguos (de más de 10 años, de los que ya hay genéricos y aunque estén sometidos a precios de referencia) para cuadrar sus cuentas.

Fuentes de Sanidad ha explicado a este periódico que este requisito que da preferencia al genérico sobre el medicamento de marca se eliminará, pero Farmaindustria que cree que eso "debe ser así" no tiene confirmación. El sector espera una reunión con el ministerio para aclarar este y otros aspectos.

El descontento de los laboratorios

Pero no se trata del único sector afectado. Hay otros fabricantes de medicamentos a los que la medida también afecta. Son, precisamente, los que producen genéricos, y que tampoco están contentos con la medida. El sector -en general más débil que las grandes marcas innovadoras- también se vio afectado por los recortes de los reales decretos del año pasado. Y con las nuevas medidas se verá forzado a vender al menor precio posible incluso aunque se trate de un producto que no está dentro del sistema de precios de referencia, y teme que la entrada en el mercado de sus medicamentos se vea penalizada porque tendrá que ser al del menor de los competidores posible.

Y si los laboratorios vienen a ganar aproximadamente el 60% del precio de un medicamento, hay otro sector que también teme por su futuro. Son las oficinas de farmacia, que se llevan aproximadamente el 27%, y que, por tanto, con cada rebaja ganan menos. "Se echa de menos que el Consejo Interterritorial no haya adoptado medidas en las partidas verdaderamente ineficientes del SNS, y vuelva a incidir en la partida más controlada y transparente, la del gasto ambulatorio del medicamento, que representa un 20% del gasto sanitario total", afirma el Consejo General de Colegios de Farmacia en una nota.

Igual que los otros implicados, lamenta que siempre que hay que ahorrar los esfuerzos se centren en los medicamentos (que actualmente decrecen a un 5,77% interanual). En cambio, aprecia que se preparen ayudas a las farmacias rurales.

También es positiva la visión de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, aunque lamenta que estas medidas, que tienen un impacto claro en la venta de medicamentos mediante oficinas de farmacia, no estén acompañadas de otras para rebajar la factura de los que compran los hospitales (aproximadamente 5.000 millones al año), ya que estas adquisiciones se hacen mediante negociación directa entre el laboratorio o el distribuidor y la comunidad o el centro.

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