Navegación web para avanzar

El comportamiento en Internet es impaciente. Los ojos se mueven como flechas por las páginas. El enlace que se debe pinchar se elige rápidamente. Por eso necesitamos sencillez en los diseños, porque la complejidad conduce a la confusión y a las decisiones erróneas.

Cada vez que añade una palabra a una página web, elimina algo. Disminuye la capacidad de concentrarse en las palabras que ya están en la página. Cada vez que añade un enlace, incluye una opción e influye en la capacidad de escoger entre los links que ya estaban en la página.

Digamos que está usted conduciendo y llega a una intersección donde se le ofrece la posibilidad de ir a Nueva York o Boston. Usted toma la carretera hacia Nueva York. Ha tomado una decisión. ¿Le sería útil que a cada momento le recordasen que todavía puede dar la vuelta y dirigirse a Boston? ¿Sería útil que le recordasen todos los sitios que ha pasado camino de Nueva York?

Resulta confuso que nos recuerden todas las decisiones que podíamos haber tomado. Entorpece nuestra capacidad para centrarnos en el camino que seguimos. Incrementa las posibilidades de que nos confundamos.

La navegación web debe intentar ayudarnos a ir en la dirección que hemos escogido. Si yo elijo un enlace que dice "portátiles", he tomado una decisión. Que me sigan mostrando enlaces para servidores y ordenadores de sobremesa reduce mi capacidad para centrarme en la dirección que he elegido.

Si elijo un enlace para "portátiles ultraligeros", estoy indicando que no me interesan los portátiles multimedia. Una vez alcanzada la página de los ultraligeros, el eje central de la navegación debe ser ayudarme a encontrar el portátil ultraligero más adecuado.

La buena navegación web no intenta abrumar a la gente con opciones. No trata sobre si nos replanteamos las decisiones que hemos tomado. No se trata de preguntarnos qué pasa si intentamos regresar a donde estábamos. Se trata de mirar hacia delante, no de mirar hacia atrás.

El botón de retorno del navegador siempre nos ayuda a volver hacia atrás. La navegación global es la que nos ayuda a alcanzar las secciones principales de la página web desde cualquier parte de la misma (esta navegación se encuentra normalmente en la parte superior de la página).

Diseñar una página web es casi como heredar una tienda de caramelos. Resulta fácil dejarse llevar. Hay demasiadas opciones. Una página web puede ser como un ático que nunca se llena. No hay problemas de espacio, pero sí de claridad.

Su trabajo no es diseñar para cubrir todas las direcciones que se puedan tomar. Eso conduce a tener una página web repleta, que tan sólo entorpece y satura la atención de los clientes.

Su trabajo es entender el itinerario principal que siguen sus clientes más importantes y eliminar los obstáculos en el camino hacia su destino. Deben primar las opciones de navegación que miran hacia delante.

(Traducido por Snap Comunicación)