El fiasco de los 'conciertos silenciosos'
Tras la polémica del ruido, la idea de mantener el protagonismo de la plaza de Chueca en las fiestas del Orgullo a costa de perder la música, o mejor dicho, de escucharla con auriculares, no convenció a casi nadie. En contra de lo prometido, los organizadores no repartieron cascos anoche, en el primer concierto de este tipo, y Chueca no bailó.
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