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Ana Pastor negocia para evitar una votación sobre el matrimonio gay

La colaboradora de Rajoy se reúne con partidarios y adversarios de las bodas

Carlos E. Cué

Mariano Rajoy, concentrado estos días en confirmar su equipo y elegir al secretario general, ha decidido dejar en manos de Ana Pastor el asunto más delicado, donde está encontrando más problemas para llegar a un pacto: el matrimonio homosexual. Ya fue el eje de la discusión hace cuatro años, y la polémica regresa. Pero ahora, la dirección negocia a la desesperada con los anti-matrimonio y los pro-matrimonio para evitar una votación en el congreso que nadie puede controlar y que, en cualquier caso, recuperaría unos titulares de prensa que no interesan al nuevo PP que promueve Rajoy.

Pastor, una persona moderada de absoluta confianza del líder del partido -la ha colocado como vicepresidenta del Congreso de los Diputados, un puesto de honor que sin embargo implica dejarla fuera del poder ejecutivo en el PP- se reunió ayer en secreto con cuatro representantes del ala más vinculada a las posiciones de la Conferencia Episcopal. Lo hizo en el despacho de Jorge Fernández, también vicepresidente del Congreso y cercano a Rajoy, que es el hombre que a menudo pone en contacto a éste con la cúpula de la Conferencia Episcopal.

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En la cita estaban presentes otras personas cercanas a las posiciones de la Iglesia como Eugenio Nasarre, Ángel Pintado y Luis Peral. Pastor trató de tranquilizarles, según alguno de los presentes, sobre el matrimonio homosexual y les dijo que la dirección está buscando una transaccional en la línea de lo aprobado en 2004, que apostaba por diferenciar entre el matrimonio tradicional y las parejas del mismo sexo.

Sin embargo, Pastor les dijo a los representantes del sector más cercano a las posiciones de la Iglesia que esta vez los pro-matrimonio no aceptarán tan fácilmente la derrota. Después, Pastor habló con estos últimos. Especialmente con su principal representante, Cristina Cifuentes, vicepresidenta de la Asamblea de Madrid, y cercana a Esperanza Aguirre.

Cifuentes presentó una enmienda, similar a otra de Ángel Garrido, concejal del PP de Madrid, en la que reclaman que el PP "apoye y defienda la actual legislación española relativa a matrimonios de personas del mismo sexo". Pastor le ha explicado a Cifuentes que la palabra matrimonio genera problemas en el PP, que ha presentado un recurso en el Constitucional sobre este asunto. Cifuentes está dispuesta a retirar la palabra matrimonio del texto, pero quiere que el PP "defienda y apoye" la ley actual -que habla de matrimonio- porque cree que es importante para el PP dar un salto en este asunto y asumir una ley que está vigente. Pastor quiere evitar la votación, pero Cifuentes está dispuesta a llegar hasta el final.

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Diferenciar al PNV de sus votantes

Ya está casi cerrada la redacción definitiva del polémico apartado 83, el que acusa al PNV de "no colaborar en la derrota de ETA". Esas críticas quedarán tal como las escribió María San Gil, para no herir sensibilidades y sobre todo para no dar argumentos a los críticos de Mariano Rajoy, pero se añadirá un pequeño párrafo para diferenciar a la dirección del PNV de sus votantes. Leopoldo Barreda, portavoz del PP en el Parlamento vasco, ha sido el encargado de redactar un texto en el que se deja claro que no todos los votantes del PNV están de acuerdo con la línea soberanista de enfrentamiento al Estado y de escasa colaboración en la lucha antiterrorista que ha elegido la actual dirección del nacionalismo vasco y especialmente el lehendakari, Juan José Ibarretxe.

La redacción final está en manos de la dirección nacional, aunque el nuevo líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, deberá dar su visto bueno, como es lógico. Basagoiti habló el lunes con Rajoy para explicarle que prefiere que el texto de San Gil permanezca aunque se le añadan estos retoques.

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