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La inversión estatal en la Comunidad ha sido un 20% inferior a la media entre 1987 y 1996

La Comunidad Valenciana es la única con una renta ligeramente inferior a la media española que ha recibido inversiones estatales por debajo de la media en el periodo comprendido entre los años 1987 y 1996. Los valencianos rozan la renta per cápita nacional, pero los fondos procedentes del Estado se han quedado 20 puntos por debajo de la media. Sólo los ciudadanos baleares y catalanes han recibido menos fondos por habitante a través del Estado durante ese decenio, pero su participación en el PIB es muy superior a la media nacional.

Un estudio elaborado por la economista catalana Marta Escardó analiza los gastos de la Administración central en las diversas comunidades autonómas entre 1987 y 1996. Los gastos se dividen en cinco grandes grupos: las inversiones reales territorializadas en los presupuestos del Estado; los gastos vinculados a la política regional del Estado a través de los denominados fondos europeos de compensación interterritorial; la distribución de fondos estructurales procedentes de la Unión Europea; los instrumentos de acción local destinados a inversiones municipales; y los convenios o subvenciones gestionadas que establece el Estado con las diversas comunidades autonómas. Todas las cifras están matizadas para compararlas como pesetas de 1996. Los indicadores correspondientes al País Vasco y Navarra no son equiparables al resto de las comunidades autonómas puesto que recaudan en sus territorios ciertos impuestos concertados con la Administración central. Las inversiones reales en la Comunidad Valenciana consignadas en los presupuestos del Estado - no necesariamente ejecutadas- sumaron 470.191 millones de pesetas en territorio valenciano, 117.274 pesetas habitante. Lo habitual es que las regiones más pobres reciban más inversión. Es espectacular el volumen de inversión entre 1987 y 1996 en Asturias, donde asciende a 263.000 pesetas por habitante. Le siguen Aragón, ambas Castillas, Extremadura y Cantabria. Las únicas cinco regiones que acumulan a sus rentas, inferiores a la media estatal, inversiones también inferiores son Andalucía, Canarias, Galicia, Murcia y la Comunidad Valenciana. Los fondos de compensación interterritorial procedentes de la Unión Europea fueron creados como un instrumento para garantizar la solidaridad territorial entre las diversas comunidades autonómas. Desde 1990 sólo se distribuyen entre las comunidades cuyos ciudadanos disfrutan de un poder adquisitivo inferior al 75% de la renta europea. El estudio suma los denominados incentivos económicos regionales que fomentan las actividades productivas en las zonas más deprimidas. Una vez más, la redistribución de fondos destina mayor inversión a las comunidades con menor renta. Con tres excepciones: Asturias, Cantabria y la Comunidad Valenciana reciben fondos por habitante por debajo de la media a pesar de disfrutar de una renta también inferior a la media. Un tercio del presupuesto de la UE está destinado a los denominados fondos europeos de desarrollo regional; al fondo social europeo y a los fondos de garantía agraria y pesquera. Es el único caso en el que la Comunidad Valenciana se encuentra entre el grupo de primeros beneficiarios. Andalucía recibió 75.682 pesetas por habitante y consumió el 21,1% de las ayudas europeas distribuidas por el Estado. La Comunidad Valenciana ocupó el cuarto lugar en valores absolutos por detrás de Cataluña y Galicia al obtener un 9,1% de esas ayudas. Cada valenciano recibió 58.781 pesetas, la única excepción positiva. Cooperación local La inversión estatal para contribuir al desarrollo de las corporaciones locales devuelve a los valencianos a la cruda realidad. El programa de Cooperación Económica Local y otras ayudas relacionadas con el fomento del deporte, servicios para la juventud o promoción del empleo destinaron 18.314 pesetas a cada valenciano. Sólo los madrileños, con 10.640 pesetas por habitante, y los baleares, con 16.123, quedaron por debajo. Los convenios con el Estado para desarrollar ciertos contratos y las subvenciones gestionadas por las comunidades autónomas sumaron para cada valenciano 64.915 pesetas, por encima únicamente de Aragón, Baleares, Cantabria y Castilla León, pero muy por debajo de Extremadura, Canarias o Madrid, donde superaron las 100.000 pesetas por habitante.

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