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Reportaje:Apuntes

Periodistas de la pública

Este curso se licencia la primera promoción de Periodismo en una universidad pública valenciana

La periodista Rosa Solbes inauguraba el ciclo de conferencias programado por estudiantes y el departamento, con motivo de la primera promoción en Periodismo de la Universitat de València en La Nau recordando una necesidad que tiene que regir el ejercicio profesional: "El periodismo necesita libertad, un mínimo de oxígeno".

Ahora, tras cinco años de absorción, la Universitat libera a la atmósfera las moléculas: la primera promoción de periodistas públicos de la Comunidad Valenciana. Para Esteban González Pons, portavoz del PP en las Cortes "es una buena noticia que la Universitat esté a punto de dar su primera promoción de Periodismo", según una entrevista realizada por estos para el periódico de la Universitat.

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En Periodismo son pocos: entraron 75, y saldrán más, alrededor de 80, un ya distintivo transcurso académico que sirve para comprenderlo sociológicamente. Por un lado, el exitoso rendimiento académico de sus titulados, que para entrar necesitaron más de un 8 (la máxima nota del sistema universitario valenciano), y por otro, la seducción que despierta para los que no llegaron.

Quizá sea esto último lo que provoque la presencia de periodistas sin carrera en las redacciones que suplen el título con la experiencia autodidacta y al pie del cañón, aunque el catedrático de Periodismo de la Universitat de València, Josep Lluís Gómez-Mompart señala que esto es sobre todo algo endémico ante la inexistencia de estudios durante mucho tiempo: "En Madrid y Barcelona el 85% de los profesionales que trabaja en los medios de comunicación son titulados en Ciencias de la Información".

A los que postulan que buena parte del periodismo se aprende fuera de la universidad recuerda el abanico de saberes que abarca, lo que añade complejidad a una de las ciencias más catalogada como infusa: "El periodismo no es sólo escribir para lo que dotan determinados master, exige conocer la estructura y las empresas de comunicación, conocer una realidad social, política y económica cada día más compleja, lo cual requiere una formación específica". E insiste en que el periodista es hoy más polifacético: "Puede ejercer de planificador de páginas web, de gestor de la información, de asesor de empresas, de guionista de producción, de redactor en trabajos enciclopédicos o dedicarse a la investigación aplicada y sondeos o a la docencia."

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En su opinión, el plan de estudios de la Universitat, que comenzó a gestarse cinco años antes de implantarse con el anterior equipo rectoral cuando él dirigía el departamento en la Autónoma de Barcelona se distingue por "ser muy ambicioso y caro", dado el alto contenido práctico; el elevado número de asignaturas optativas (una treintena por ciclo); además de ser innovadoras: Internet para comunicadores, Periodismo infográfico, Sociedad de la Información, Periodismo de la Violencia y de paz, etcétera. Optativas que pueden organizarse en itinerarios para especializarse en Economía, Política y Sociedad, y en Ciencia y Tecnología.

Una interdisciplinaridad que viene dada por una híbrida plantilla docente que está integrada en un 40% por profesorado de Periodismo (6 profesores a tiempo completo y 18 asociados) y el otro 60% procedente de Biología, Sociología, Economía y Derecho, entre otras disciplinas. En la titulación que se imparte a caballo entre la facultad de Filología y un aulario, imparten clase Joan M. Oleaque, Alfonso Gil, Martí Domínguez, Ana Senent, Jordi Sebastià, Lola Bañón, entre otros.

Esperanza Blanc, Verónica Chumillas y Francisco Alvárez pertenecen a la primera promoción y a la comisión que ha ideado el ciclo de conferencias por el que pasará Fernando Delgado, Montse Armengou y Jon Sistiaga. En todos ellos se percibe un incipiente apetito periodístico, por preguntar, por cuestionarse, por formalizar un contracto con las empresas en las que hicieron sus primeras incursiones periodísticas, en definitiva por culminar lo que definen como un sueño: ser periodista.

Lolita Belenguer, que también prevé acabar, aterrizó en la pública, procedente de la privada en segundo año. "Mis compañeros me decían que iba a pagar la novatada, en cambio ha sido una de las mejores decisiones", sin desvirtuar ninguna ella elige la pública porque "el ambiente me hace sentir más cómoda".

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