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El Valencia negocia con Bankia saldar su deuda con suelo de Mestalla y Paterna

Bankia negocia con el Valencia CF saldar la deuda de 250 millones de euros que el club mantiene con la entidad financiera que preside Rodrigo Rato. La solución pasaría, según fuentes de la negociación, por vender los terrenos del antiguo Mestalla, algunos adyacentes al nuevo estadio e incluso el suelo de su ciudad deportiva en Paterna, a una sociedad participada por inversores privados.

Con el dinero obtenido por esta operación, el club no solo liquidaría su deuda con Bankia, sino que obtendría capital para reanudar las obras del nuevo estadio. La identidad de los inversores privados -entre ellos, empresarios valencianos- no ha trascendido; al parecer porque la negociación no está cerrada y puede, por tanto, sufrir cambios.

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Las presiones sobre el club deportivo son varias, por lo que urge encontrar una solución cuanto antes. Las obras de construcción del nuevo coliseo, en plena avenida de las Cortes Valencianas, están paralizadas desde 2009 y es preciso retomarlas para evitar que se deterioren más. El municipio de Riba-roja apremia además al club para que lleve a cabo su anunciada ciudad deportiva en Porxinos. Y, por si fuera poco, Bankia necesita deshacerse cuanto antes de la deuda del club para no sobrecargar su balance.

Los terrenos del viejo campo de Mestalla, donde hoy juega todavía el equipo, y que están hipotecados por el grupo financiero, quedarían liberados de confirmarse la operación. Ayer, el presidente del Valencia CF, Manuel Llorente, confirmó que el club trabaja para conseguir que se retomen las obras del nuevo estadio, encomendadas a la UTE que forman FCC y Bertolín. Sin embargo, Llorente se mostró prudente y optó por no adelantar ningún detalle acerca de la negociación.El presidente del Valencia CF no quiso adelantar nada porque, según dijo, las negociaciones que se llevan a cabo están todavía sin concretar. "Siempre hemos dicho que estamos trabajando en el tema del campo, lo que ocurre es que todavía no hay nada", reiteró ayer tras participar en una conferencia del Global China Business Meeting, que se celebra estos días en Valencia.

La Generalitat, con su presidente a la cabeza, Alberto Fabra, y el Ayuntamiento, que preside Rita Barberá, están al tanto de la negociación e incluso la están alentando en la medida de sus posibilidades. "Sé que por parte de la alcaldesa, y nosotros también, estamos haciendo gestiones para que esa infraestructura importante se pueda acabar cuanto antes, de la mano de Bankia y quizá de otra empresa, pero no puedo decir nada más", explicó el presidente Fabra al ser preguntado ayer por este asunto.

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La alcaldesa de Valencia se pronunció en parecido sentido, si bien dejó sentado que el club es una entidad privada y que las negociaciones dependen de ella.

El club de fútbol parece recomponerse después de años de crisis y desastre económico. De momento, todos los obstáculos judiciales que rodeaban al Valencia CF desparecen o decaen. La fiscalía ha pedido el archivo de la causa por el accidente ocurrido en las obras del nuevo estadio, que se cobró en 2008 la vida de cuatro trabajadores, ya que no encuentra responsabilidades penales en el suceso.

Obstáculos que caen

Antes que eso, el partido de los socialistas valencianos retiraron a finales de 2010 un recurso presentado contra la recalificación del estadio de Mestalla. Lo hicieron con la condición de que el plan se retoque para encajarlo mejor en su entorno. Pero ni la edificabilidad prevista -89.000 metros cuadrados- ni la falta de vivienda protegida, que motivaron el recurso socialista, cambió tras este acuerdo.

Otro de los embates judiciales que ha soportado el club ha sido la anulación de la tramitación urbanística del nuevo estadio y aledaños que realizó hace años el Ayuntamiento de Valencia. El Consistorio varió el planeamiento y un tribunal anuló la gestión porque los cambios son de tal calado que exigen que sea la Generalitat quien los estudie y les dé vía libre. El Gobierno local encajó el golpe y hace escasos días retomó la tramitación, esta vez como han exigido los tribunales de justicia.

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