_
_
_
_
_
Reportaje:

Contra la saturación de El Portet

500 firmas contra el proyecto de urbanizar un barranco de Moraria que desemboca en una playa singular

Ferran Bono

Algunas veces la iniciativa de un ciudadano particular se convierte en una protesta más o menos generalizada. Es el caso de José Chiarri y un grupo de residentes de Moraira, un núcleo costero perteneciente al municipio de Teulada, en Alicante. Se han recogido en unos días más de 500 firmas

en contra del convenio firmado por el Ayuntamiento y una empresa privada en virtud del cual se urbanizará buena parte del barranco, donde ya existen algunos chalés, que desemboca en la pequeña y preciosa playa de El Portet.

Llueve sobre mojado. La costa valenciana sufre una de las mayores presiones urbanísticas de España. Son numerosos los colectivos, entidades y partidos de diversa índole que han alertado contra esta realidad que consideran preocupante y que puede acabar por matar la gallina de los huevos de oro del turismo. Las inmobiliarias, sin embargo, siguen apostando por lo que resulta un gran negocio. Por ejemplo, Consult Jalón, una empresa orientada sobre todo al mercado alemán que ha adquirido terrenos en Jalón y la Vall de Gallinera para construir sendos complejos turísticos -respetuosos con el medio ambiente, según señalan-, estimulan la compra de participaciones en su sitio de Internet incidiendo en que la inversión inmobiliaria en España, "la Florida de Europa", es "la más lucrativa de Europa".

El colectivo de residentes y vecinos de Moraira firmantes del escrito pone el énfasis en que el proyecto que tiene el visto bueno del Ayuntamiento, gobernado por el PP, es "signo de insostenibilidad" e incumple el Plan de Acción de la Agenda 21 de Teulada-Moraira. Aseguran que la canalización de barrancos "produce graves alteraciones en el ecosistema por la desaparición de las comunidades vegetales de lecho y riberas" e incrementa "la velocidad del flujo del agua y por tanto su fuerza destructiva". estiman que el proyecto no aborda los problemas de El Portet sino que los "acentúa", además de provocar la saturación del territorio.

José Chiarri ha enviado una carta a la Confederación Hidrográfica del Júcar explicando todas estas circunstancias y recordando el efecto de las riadas, como la de 1950, la de 1956 o la de 1989. Chiarri insiste en que el proyecto será el fin de una de las pocas playas "diferenciadas, exclusivas y originales" que aún perviven en el litoral valenciano, además de llevarse por delante el pulmón verde, con "los árboles más interesantes" de la zona.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_