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La expulsión de dos diputadas pone a Esquerra Unida a la puerta de la escisión

Glòria Marcos pasa factura a Oltra y Mollà por hacerle frente en el grupo de Compromís

Esquerra Unida acordó ayer la expulsión de dos de sus diputadas autonómicas, Mònica Oltra y Mireia Mollà, pertenecientes a la corriente Esquerra i País, que plantaron cara en el grupo de Compromís pel País Valencià a la coordinadora de la organización, Glòria Marcos. La mayoría que sostiene a Marcos impuso su criterio pese a que sectores como Projecte Obert, que lidera Joan Ribó, apelaron a la cordura. A dos meses de su asamblea, Esquerra Unida se ve abocada a una escisión, mientras los seguidores de Pasqual Mollà se preparan para convertirse en partido político.

La dirección de Esquerra Unida no renuncia a que el Bloc "rectifique"
Esquerra i País y Projecte Obert no participaron en la votación

La crisis de la izquierda valenciana se agudiza y pocos son los que se atreven a aventurar un desenlace que no conduzca a la escisión de Esquerra Unida y a la pérdida del escaño que hoy ocupa la valenciana Isaura Navarro en el grupo de Izquierda Unida en el Congreso de los Diputados. La mayoría que apoya a Glòria Marcos, cuyo principal componente es el sector ortodoxo del Partit Comunista del País Valencià, pasó ayer factura a la minoría crítica que encabeza Pasqual Mollà. El Consell Nacional de Esquerra Unida, reunido en Valencia, decidió expulsar de la formación a las diputadas Mònica Oltra y Mireia Mollà, pertenecientes a la corriente Esquerra i País, por 58 votos a favor y tres en contra de un total de 119 integrantes del órgano directivo con derecho a sufragio. Ni los representantes de Esquerra i País ni los del colectivo Projecte Obert participaron en la votación, unos porque no la consideran legítima y los otros porque creen que lleva a la organización hacia el desastre.

De este modo, se ratificó la propuesta de resolución elaborada por la Comisión Instructora del expediente sancionador abierto a las parlamentarias por considerar que éstas habían vulnerado los acuerdos firmados por la coalición Compromís pel País Valencià al proponer un representante del grupo en RTVV distinto al presentado por la coordinadora general de EUPV, Glòria Marcos; así como por sustituir a ésta como portavoz, dejándola en minoría, y por designar sus cuentas personales y no las de la organización para el ingreso de sus percepciones económicas.

El informe político que defendió Marcos durante el Consell Nacional fue aprobado por 59 votos a favor, 17 en contra y dos abstenciones. Los votos en contra corresponden al colectivo Projecte Obert, cuyo líder Joan Ribó trató sin éxito de pedir cordura a la militancia. La intervención de Marcos fue muy beligerante con sus socios del Bloc Nacionalista Valencià en la coalición de Compromís pel País Valencià, a los que atribuyó una "deslealtad manifiesta" por negarse a aceptar a su candidato al consejo de RTVV y posteriormente destituirla como portavoz con el apoyo de las dos diputadas ahora expulsadas. La coordinadora general hizo evidente que la dirección de Esquerra Unida apuesta por prescindir en las próximas elecciones generales de otras alianzas que no sean con los pequeños partidos de Els Verds e Izquierda Republicana. Pese a ello, el responsable de comunicación de EU, Manuel Colomer, manifestó tras el Consell Nacional que la expulsión de las diputadas Oltra y Mollà no supone la ruptura de Compromís ya que su organización no renuncia a que el Bloc "rectifique" y vuelva al acuerdo.

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Quienes es difícil que vuelvan, tras la expulsión de sus dos parlamentarias, porque prácticamente se están marchando son los integrantes de Esquerra i País, que tienen previsto constiturise en partido político el próximo día 20 de octubre. La inspiración de la nueva formación queda reflejada en su nombre, Iniciativa del Poble Valencià, una denominación que remite a la Iniciativa que lidera Joan Saura en Cataluña..

Mònica Oltra, ausente de la reunión, declaró haber recibido "con dolor" la noticia de su expulsión, anunció que tanto ella como Mireia Mollà recurrirán la medida y advirtió de que se trata de "un error político" que abunda en la línea de errores que han llevado a Esquerra Unida a fracasos como el de las elecciones municipales del 27 de mayo. En esos comicios, la organización perdió su representación en los ayuntamientos de Valencia y Alicante tras haber rechazado presentarse bajo la fórmula de la coalición Compromís pel País Valencià, con la que concurrió a las elecciones autonómicas.

"Esto, políticamente, es un suicidio"

La retórica que impera en el seno de Esquerra Unida destila más adrenalina que sentido común. "No queremos que se vaya nadie sino aquellos que no cumplen con los estatutos", dijo a la agencia Efe el responsable de comunicación, Manuel Colomer, quien añadió que, si "decide romper" Pasqual Mollà "no va a arrastrar a toda su gente". El portavoz concluyó: "En todo caso, intentaremos que las bajas sean las mínimas".

La coordinadora de EU, Glòria Marcos, reconoció en su informe que la organización sufre "la mayor crisis" desde que se fundó hace 21 años. Por su parte, el líder de Esquerra i País, Pasqual Mollà, fue contundente: "La decisión de expulsar a las dos diputadas no avanza en la ruptura de Esquerra Unida sino en el fracaso de Glòria Marcos como coordinadora". La distancia entre ambos dirigentes fue palpable, incluso físicamente.

"Esto, políticamente, es un suicidio", clamó Joan Ribó, de Projecte Obert, que se sitúa entre la mayoría hegemonizada por los comunistas y la corriente nacionalista de Mollà. "Durante el debate", explicó Ribó, "he comparado lo que ocurre ahora con la poda que hizo Carrillo a inicios de la democracia y que destrozó el PCE". En su opinión, el lenguaje de enfrentamiento impide tender puentes de diálogo, como reclama su sector. Ayer, durante el debate, Glòria Marcos le espetó que sus intentos de conciliación han fracasado "porque una parte no quiere". La coordinadora aludía a los seguidores de Mollà, pero Ribó cree que la mayor responsabilidad recae sobre Marcos y "su parte".

Representantes de Projecte Obert, entre cuyos miembros hay militantes comunistas, se entrevistaron la semana pasada con la secretaria general del PCPV, Marga Sanz, en busca de una distensión que no se ha producido. Pese a ello, están dispuestos a insistir hasta la Asamblea de EU, que se celebrará en noviembre y tiene las funciones de un congreso. Ribó no es optimista -"vamos directamente hacia el abismo", dice- y reconoce que tras la asamblea su colectivo tendrá que afrontar una "reflexión".

Por su parte, la diputada Mònica Oltra, portavoz de Compromís pel País Valencià en las Cortes, no espera que su expulsión tenga efectos en el grupo parlamentario. Como casi todo el mundo, da prácticamente por hecho que en las generales de marzo habrá dos candidaturas. La actual diputada de Izquierda Unida Isaura Navarro debería concurrir, según Oltra, al frente de lo que representa Compromís pel País Valencià, una "izquierda diversa y valencianista".

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