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El nuevo sistema gasístico

Endesa y Fenosa jubilan el lignito pardo y encienden el gas

Las compañías invertirán 1.500 millones de euros en transformar el sector eléctrico gallego

El lignito pardo dejará de extraerse de subsuelo gallego el 31 de diciembre de este año. Es el fin de más de 30 años de explotación intensiva de uno de los peores tipos de carbón vegetal empleado para producir electricidad. Endesa y Fenosa están dando los últimos pasos para el cierre de las minas de As Pontes (Endesa) y Meirama (Fenosa).

Utilizado exclusivamente como combustible para quemar y generar electricidad, el lignito pardo se ha agotado casi al mismo tiempo que sus emisiones contaminantes eran inasumibles por el Protocolo de Kioto. Al tiempo que el lignito, Fenosa tiene previsto cerrar antes del 2010 la única gran central eléctrica de fuelóeo, situada en Sabón.

La jubilación del lignito es el punto de partida de un nuevo sistema eléctrico en Galicia, pero no prevé el cierre de las dos grandes centrales térmicas de carbón. Tanto Endesa (As Pontes), como Fenosa (Meirama) están desarrollando modelos no sólo para no liquidar sino para potenciar estas centrales. Los planes de reconversión incluyen nuevos hornos más eficientes diseñados para la quema de hulla subituminosa, que es más barata, más abundante, más calorífica y menos contaminante que el lignito.

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"Si Endesa está invirtiendo cientos de millones de euros en As Pontes es porque confía en la tecnología de las nuevas centrales de carbón", explicó un portavoz de Endesa en Galicia.

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Fenosa compra minas

Unión Fenosa, por su parte, acaba de adquirir un importante yacimiento minero en África, con la finalidad de garantizar su bastecimiento. Ambas compañías ya importan la mitad del carbón que consumen sus centrales gallegas y, frente a los elevados costos medioambientales, aseguran que se está probando tecnología que permitirá eliminar casi totalmente las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. "La ventaja del carbón, frente al gas o al petróleo, es que no hay plazos de agotamiento, es más barato y se obtiene en países más estables política y económicamente", explica Endesa.

Entre ambas compañías tienen en marcha más de 400 millones de euros en inversiones para la eliminación del lignito. La pasada semana, los empleados de Endesa en As Pontes iniciaron protestas por el incumplimiento de las condiciones de cierre de la mina, ya que el plan lleva aparejada la reducción de puestos de trabajo. En concreto, la mina de As Pontes era la más grande de España de lignito pardo y su explotación ha horadado un enorme cráter en el municipio. El plan de eliminación del lignito incluye la reconversión del cráter en un lago natural del tamaño del municipio de A Coruña.

La central térmica de As Pontes es la más potente de España y la que más electricidad genera, incluso por encima de la media anual de las centrales nucleares. La planta quemará 100% hulla de importación a partir del 1 de enero de 2008.

Entre la reconversión de las térmicas de carbón y la construcción de nuevas centrales de gas natural (también denominadas de ciclo combinado), las compañías eléctricas invertirán en Galicia 1.500 millones de euros, de los que 1.002 millones son para el nuevo sistema gasístico.

Fenosa espera poner en marcha su nueva térmica de gas de Sabón en junio. La central tiene una potencia de 400 megavatios y cuesta 221 millones de euros. La compañía controlada por la constructora ACS Dragados está estudiando la posibilidad de instalar una o dos nuevas centrales de gas en Meirama, donde ya dispone de enlace al gasoducto de Reganosa.

Endesa, por su parte, arrancará en primavera, en fase de pruebas, su nueva central de gas en As Pontes. La instalación dispone de 800 megavatios de potencia, con un costo de 365 millones de euros. La planta consumirá 110 toneladas por hora de gas natural y aún dispone de espacio para añadir una nueva central de 400 megavatios, aunque este proyecto ha sido aparcado por Endesa.

Las inversiones gasísticas, unidas a la reconversión de la central de carbón, convertirán al pueblo coruñés de As Pontes en el mayor generador eléctrico de España, con una capacidad instalada de más de 2.200 megavatios de potencia y la generación equivalente al consumo de toda la población gallega.

La mayor parte del gas que consumirán estas centrales será adquirido a su participada Reganosa y traído en buques metaneros comprados en el mercado internacional del gas.

Para cerrar el círculo industrial de la energía, la Xunta ha abierto una dura pugna con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), con el objeto de que Galicia pueda construir barcos gaseros de hasta 250 metros de eslora. El proyecto se basa en la derogación de la normativa europea que impide a Navantia Fene (Astano) el ensamblaje de barcos y que la Xunta considera que debe renegociarse.

En la actualidad, la gran mayoría de las navieras y empresas energéticas gallegas están construyendo su flota de metaneros en países asiáticos, especialmente en Corea y China, por abaratamiento de costes.

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