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Reportaje:

Vigo se abrirá al mar con el proyecto de Nouvel y Estévez

La remodelación creará nuevos espacios de ocio y ampliará el puerto

Culminar definitivamente el viejo sueño de convertir Vigo en una ciudad orientada hacia su fachada marítima es el objetivo principal del proyecto de reforma de la zona portuaria viguesa. El fallo del concurso se dio a conocer el miércoles de la semana pasada y tuvo como ganador al proyecto presentado conjuntamente por el prestigioso arquitecto francés Jean Nouvel, la empresa de ingeniería Técnicas Reunidas y el estudio XMD Arquitectura e Cidade, dirigido por el arquitecto compostelano Xerardo Estévez.

Una vez que se cumplimenten todos los trámites burocráticos pendientes, se podrán iniciar los trabajos de construcción de un proyecto que ampliará considerablemente el puerto deportivo, creará nuevos espacios comerciales y de ocio, y será especialmente cuidadoso con la protección del esquema topográfico de la ciudad.

La torre de 90 metros en el extremo del nuevo muelle de atraque será el icono del puerto
Las obras tienen un presupuesto de 260 millones y un plazo de ejecución de 38 meses

La memoria explicativa del proyecto contiene todos los detalles de una iniciativa muy ambiciosa pero que al mismo tiempo trata de evitar que la reforma portuaria sea simplemente una actuación orientada a crear una nueva área de servicios y comercios. La construcción de una torre de 90 metros en el extremo del nuevo muelle de atraque de trasatlánticos es uno de los aspectos más llamativos del diseño. El edificio tiene la ambición de convertirse en el icono futuro del nuevo puerto.

Los autores del proyecto han decidido aprovechar el edificio que inicialmente sólo iba a estar destinado a acoger la torre de comunicaciones del puerto para alojar también en su interior un complejo hotelero. De esta forma, se evita la construcción de un nuevo inmueble.

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La torre no es más que la culminación de una reforma que trata de potenciar las bondades de la ya realizada en las proximidades del área portuaria con el proyecto Abrir Vigo al Mar, que ha conseguido revitalizar una zona de la ciudad hasta ese momento desaprovechada y que impedía a los ciudadanos disfrutar de uno de los mayores atractivos de la ciudad: su amplia fachada marítima.

Uno de los aspectos más innovadores del proyecto de reforma es la ampliación del muelle actual con un espigón lineal de 800 metros de longitud, que trata de evitar los inconvenientes de un relleno convencional con la colocación de paneles de hormigón en distintos planos que favorecen la creación de pequeñas playas que se inundan con la marea alta.

La superficie de los nuevos muelles estará ocupada por instalaciones relacionadas con el mar, como un centro de talasoterapia que contará con una piscina olímpica, y un acuario.

También habrá establecimientos comerciales, pero el tráfico en superficie estará muy limitado para conseguir el objetivo de que la zona se convierta en uno de los lugares de Vigo preferidos por los ciudadanos para pasear. Los vehículos que accedan al hotel y a los centros de ocio lo harán a través de galerías interiores, pero la mayoría de los usuarios tendrán que dejar su coche en alguno de los tres aparcamientos de cabecera que se situarán en las proximidades del nuevo muelle.

Otra de las novedades más significativas es la prolongación de la calle Colón, que se convertirá así en un punto de acceso a las nuevas instalaciones y permitirá obtener nuevas vistas sobre la ría.

Precisamente este aspecto ha sido objeto de especial atención por los autores del proyecto, que han apostado por aumentar las posibilidades de acceso visual al mar en toda la zona. El objetivo final es que los ciudadanos pueden disfrutar finalmente de la primera línea de mar.

El edificio actual de la Estación Marítima seguirá en pie aunque será reformado. La terminal de trasatlánticos será independiente de la superficie comercial y de ocio del nuevo muelle, que contará con espacio para el atraque de al menos tres grandes cruceros. Estas nuevas instalaciones incrementarán de forma considerable la capacidad del Puerto de Vigo para recibir turistas y permitirá a éstos tener más comodidades una vez que desembarquen.

Vigo se ha convertido en los últimos años en un puerto escogido por grandes cruceros para hacer escalas en la ciudad y este tipo de turismo se perfila como una las mejores posibilidades para incrementar el número de visitantes.

El proyecto tiene un presupuesto inicial de 260 millones de euros y un plazo de ejecución de 38 meses. Ahora hay que esperar a su tramitación burocrática que puede tropezar con algunos obstáculos.

El Plan Especial del Puerto de Vigo tendrá que ser sometido a la aprobación de la corporación municipal que reultará elegida en las elecciones del próximo 27 de mayo.

Por el momento, dos formaciones políticas (BNG y Partido Galeguista) ya han manifestado su oposición a la construcción de un hotel en esa zona, mientras que la actual alcaldesa, Corina Porro, del Partido Popular, ha expresado sus dudas sobre la viabilidad de un proyecto que nace avalado por su principal rival en las urnas, el socialista Abel Caballero, actual presidente de la Autoridad Portuaria.

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