El fenómeno Bea se desinfla
El serial pierde 1,5 millones de espectadores en un año
Tras casi dos años de éxito ininterrumpido, los espectadores dan la espalda a Yo soy Bea. La telenovela diaria de Tele 5 (de lunes a viernes, 17.00) pierde interés día a día y, en un año, el número de seguidores se ha reducido a más de la mitad. La versión española de la colombiana Betty, la fea arrancó en la cadena privada el 10 de julio de 2006. Desde el primer momento los buenos índices de audiencia acompañaron al serial, producido por Grundy, que recuperaba el clásico mito del patito feo.
En 2007, en el periodo comprendido entre el 1 de julio y el 15 de agosto, una media de 3.395.000 personas (33,9% de cuota de pantalla) estaban pendientes de las vicisitudes de Beatriz Pérez Pinzón (Ruth Núñez). En 2008, en el mismo periodo, tan solo reúne a 1.779.000 (18,2% de cuota), según datos de Corporación Multimedia, empresa de análisis de audiencias. Este registro supone la pérdida de 1,6 millones de espectadores y 15,7 puntos. El verano pasado Yo soy Bea no encontraba rival ni en el mismísimo Real Madrid, ya que lideró varias veces la jornada, superando incluso a los partidos de fútbol del Torneo Teresa Herrera en TVE-1 y en horario estelar.
Este verano no aparece siquiera entre los diez programas más vistos del día. En su franja de emisión, las dos telenovelas de TVE-1 Amar en tiempos revueltos y Victoria le han comido el terreno. El lunes, por ejemplo, la veterana producción nacional de Diagonal TV fue vista por 2.114.000 personas (19,8%), y la mexicana por más de 1,5 millones (17,3%). Yo soy Bea tuvo que conformarse con una media de 1.321.000 fans (14,4% de cuota).
Y es que una vez que la heroína dio el 20 de junio pasado el sí quiero a Álvaro Aguilar (Alejandro Tous), y los dos intérpretes desaparecieron de la escena, las cosas ya no son lo mismo en la revista Bulevar 21. La intención de Tele 5 de prorrogar Yo soy Bea incorporando nuevos personajes, pero sin perder la esencia de la serie original no parece a tenor de los resultados una buena idea.
En su momento, Alberto Carullo, director de Antena de Tele 5, señaló que "merecía la pena afrontar el reto y el esfuerzo creativo de transformar una historia con un final determinado en otro que tiene delante de sí una continuidad".
