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Reportaje:cine

'Mamma Mia!', allá va otra vez

¿Un musical de ABBA? ¿Con Meryl Streep? ¿Una de las comedias del año? El éxito teatral llega al cine

Meryl Streep ríe. Y baila. Entona canciones horteras y ensaya pasos entre la coreografía y la acrobacia. ¿Ella, también conocida como "esa gran actriz" -14 candidaturas al Oscar la avalan-, en una comedia musical? ¡Con exclamación al final! Eso parece.

Es más. Mamma Mia!, versión cinematográfica de la obra teatral homónima basada en las canciones de ABBA, ha sido recibida como una de las comedias del año allá donde se ha estrenado. "La película más divertida de este o de cualquier otro verano", dice The Hollywood Reporter; un peligroso agente de contagio de la alegría de vivir, según The Times o Boston Globe.

Hoy, día de su estreno parcial en las salas españolas (se ha adelantado en un centenar de pantallas; el resto tendrá que esperar al miércoles), es turno para que los espectadores den su veredicto. Y reconozcan o no el empuje de Judy Craymer, cerebro tras Mamma Mia! La obra de teatro y la película. Ella fue, por cierto, la primera sorprendida al saber que contaba con Meryl Streep. Recibió una carta de puño y letra de la actriz: "Me gustó tanto la obra que para vergüenza de mis hijos quise saltar al escenario y sentir lo que sería formar parte de Mamma Mia!". Ahí comenzó todo.

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"La idea de trabajar con Meryl Streep, en Grecia, y con canciones de ABBA fue el mejor de los atractivos", aseguraba la productora a finales de 2007 durante el rodaje en los estudios Pinewood, de Londres. "Escribí la carta de corazón. No puede haber mejor tónico para levantar el espíritu", recordó la actriz en junio pasado en la soleada Atenas, durante la presentación a la prensa internacional.

Streep no es la única encandilada por este peculiar musical en el que las canciones de ABBA sirven -sin necesidad de modificar las letras- para narrar la trama, más bien sencilla. Una joven (Amanda Seyfried, toda una revelación de la película) intenta descubrir quién es su verdadero padre invitando a su boda a los tres posibles candidatos (interpretados por Pierce Brosnan, Stellan Skarsgard y Colin Firth). Los tres hombres figuran en el diario de juventud de la madre (Streep).

Con estos mimbres, Mamma Mia! se convirtió desde su debú teatral en Londres hace casi una década en un fenómeno internacional que ha recaudado hasta la fecha más de 2.000 millones de dólares (unos 1.305 millones de euros) en sus diferentes montajes y convocado a unos treinta millones de espectadores dispuestos a tararear Waterloo, Chiquitita y demás éxitos de la mejor exportación sueca desde la seguridad en carretera. Corea, Irlanda, Holanda, Suecia, Londres o Nueva York. Da igual donde sea, el musical recibe todavía unos 17.000 espectadores cada noche.

Un fenómeno que, según los primeros datos de taquilla, se ha trasladado al cine. El filme ya debutó como el número uno en el Reino Unido, Australia, Suecia, Noruega, Dinamarca y Grecia mientras en Estados Unidos sobrevivió al empuje de El caballero oscuro, la película más esperada del año y "el mayor estreno de la historia del cine". "Me asombra que sigamos siendo populares. Me siento inmensamente agradecido y feliz", añade Benny Andersson, miembro de ABBA y productor ejecutivo de la película.

Ni él ni la otra be de ABBA, Björn Ulvaeus, son capaces de explicar esta fascinación por su música en general y Mamma Mia!, en particular. Para ellos, como compositor y letrista, respectivamente, su labor ha sido siempre un trabajo de "nueve a cinco". "De juntarnos en una habitación, con un piano y una guitarra, y le damos, día a día, semana a semana, hasta que sale algo que nos gusta", asegura Ulvaeus.

A esta historia de éxito le faltaba, con todo, un poco de credibilidad. La clase de marchamo que acompaña a Meryl Streep. Con ella al frente, hasta las críticas más duras se han dejado seducir por la gracia del pastiche.

Una de las más mordaces, publicada por el semanario Entertainment Weekly, enumeraba sus defectos así: "Mamma Mia! tiene la peor coreografía de cualquier musical de cine en la historia de los musicales"; la fotografía "no es mucho mejor", y Streep anda falta de glamour, pues "declama cada una de sus líneas". Pese a todo lo cual, concluye: "Y, sin embargo, es imposible decir que estas mujeres carezcan de atractivo". Parece otra prueba de que, como siempre ha pasado con la música de ABBA, se trata de una clase de arte que la crítica odia amar. O, en otras palabras, eso que los anglosajones definen como "un placer culpable".

Sea como sea, hay más razones para el éxito de la fórmula, además del poder de Meryl Streep, la música de ABBA o el regusto hippy de los escenarios de Atenas. Este verano ha sido el de las mujeres en el cine hollywoodiense. Unos meses en los que la decepcionante Sexo en Nueva York ha guiado a la industria hacia el filón de las chick-flicks (o películas pensadas por y para mujeres). "Los estudios Universal, que cuando comenzamos la producción estaban regentados por mujeres, se alegraron de contar con una película producida, escrita y dirigida por mujeres, en la que por una vez son los hombres a quienes les toca el papel secundario", explica Judy Craymer. Para, acto seguido, recordar que ante todo Mamma Mia! es una historia de amor. "Una o varias, una historia sobre el primer amor, sobre los desengaños, sobre los amores de verano, los divorcios, todo menos una película sobre ABBA", aclara Catherine Johnson, guionista de una trama que resulta demasiado cercana a la del filme de Gina Lollobrigida de 1968 Buona sera, Mrs. Campbell.

De momento, además de Streep, estas tres mujeres supieron ganarse también la confianza de uno de los hombres más poderosos de la industria, Tom Hanks, quien desde su productora Playtone se interesó en llevar la obra de teatro a la pantalla, curiosamente también desde 2001. Pero como recalca Streep, lo único que importa es el optimismo que exuda la cinta. "Incluso después de haber tenido que vestir esas mallas. Toda una prueba de fuego ponerme esos zapatos de plataforma y ese traje de spandex. Necesité siete hombres que me ayudaran a enfundarme en él. Un proceso muy doloroso, cercano... Bueno, más bien completamente ridículo y también por ello, totalmente divertido", sentencia la actriz.

Para ella, ésta es la película en la que compuso, en una derivación político-festiva, la canción Obama Mia. La tararea feliz como ardiente demócrata que es. Porque ella, huelga decirlo, ya ha elegido hace tiempo a su candidato.

El fenómeno

- ABBA ha vendido más de 400 millones de discos en todo el mundo.

- Desde su estreno en Londres, en 1999, el musical Mamma Mia! ha sido visto por más de 30 millones de espectadores.

- La obra ha visitado 170 ciudades y ha sido traducida al alemán, japonés, ruso, coreano, castellano, sueco, holandés y flamenco.

- La adaptación al castellano fue vista por más de un millón de espectadores en Madrid y 350.000 más en Barcelona, donde inicia su segunda temporada el 10 de septiembre.

- El éxito de Mamma Mia! abrió el camino para más producciones musicales basadas en otros catálogos. Algunos ejemplos son We will rock you, inspirado en la música de Queen; Good vibrations, de The Beach Boys; Movin out, de Billy Joel y Hoy no me puedo levantar, de Mecano.

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