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Berlusconi le canta a su gran amor

Hoy sale a la venta el disco con temas escritos por el ex primer ministro italiano

A una semana de dejar su despacho en el Palazzo Chigi, Silvio Berlusconi vuelve a su antigua pasión: la música. Hoy sale a la venta el disco del expresidente italiano, 11 canciones románticas escritas de su propio puño, mientras que su amigo el guitarrista Mariano Apicella toca y canta.

Nada pudo apartar su atención de El verdadero amor (significativo titular de la recopilación). Ni el derrumbe de la mayoría parlamentaria más sólida de Italia, ni los días horribles de la economía del país que dejó hace 10 días al borde del rescate, ni el desdén sarcástico de los líderes europeos, ni las investigaciones de la Fiscalía de Milán. Nada apagó la primordial inclinación de Berlusconi, que, de hecho, empezó su trayectoria de "hombre hecho a sí mismo" cantando en cruceros.

En El verdadero amor se escuchan 11 piezas con sonoridades napolitanas, pero con toques latinos, incluso brasileños. Las canciones son variaciones sobre un único gran tema, el amor. Berlusconi siempre admitió con descaro que "la conquista, el cortejo, es la parte mejor de la relación con las mujeres" y que sí, que está loco por el otro sexo, porque "es mejor que ser gay". Algunas perlas de sus versos: "Stay with me / acércate a mi / lléname de besos... / Rodéame de amor / quédate aquí y déjame tu corazón" o "Hay un amor siempre listo que te tiende una emboscada / hay un amor que da en la diana aunque tu estés desganado / hay un amor que te confunde / uno que te salta al pecho / hay un amor que te busca solo por despecho / hay un amor que te enciende como se enciende una estrella y que con los besos te hace sentir bella".

El simbólico cambio de oficio -de primer ministro a letrista- se produce de la mano de uno de los hombres que los italianos han aprendido a conocer con los años: Mariano Apicella (Nápoles, 1962) trabajaba en un aparcamiento en su ciudad natal y cantaba en un restaurante en Abu Dabi, hasta que Berlusconi lo descubrió y le invitó a acompañarle en Villa Certosa, su mansión de Cerdeña. Los dos se exhibieron juntos en varias ocasiones especiales como cuando los Blair, Vladímir Putin o George Bush acudieron a la finca para pasar unos días de vacaciones. Apicella, desconocido como miles de cantantes melódicos napolitanos, interpretó algunos textos románticos escritos por Berlusconi en otras dos compilaciones anteriores.

La salida del último trabajo junto al fiel compinche se ha aplazado durante semanas. La prensa nacional e internacional empezaba a murmurar que a lo mejor Il Cavaliere había suspendido la grabación por falta de tiempo, o quizá de oportunidad. Pero no. El verdadero amor estará hoy en las tiendas italianas. De hecho, durante su grabación, el propio Berlusconi hablando por teléfono -sin saber que la policía le estaba escuchando y grabando- le confió a una de las chicas que frecuentaban sus mansiones: "Marystell, mira, es para pasar el rato que soy primer ministro...".

Berlusconi y Mariano Apicella, cantando en televisión en 2003.
Berlusconi y Mariano Apicella, cantando en televisión en 2003.AFP

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