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Reportaje:

Andamios para la memoria

Un grupo de jubilados de Córdoba aprende a prevenir el Alzheimer

Remedios Barbero se lo pasa en grande. Está jugando con sus compañeros de clase. Han colocado un montón de folios numerados por el suelo, y sobre ellos han puesto varios objetos: un reloj, una pulsera, unas llaves, una agenda... Se han fijado bien durante un minuto. Y luego, sin mirar, han tratado de recordar a qué número correspondía cada cosa. Ella está especialmente orgullosa porque ha acertado 'lo menos ocho'. 'Yo nunca había hecho estas cosas', dice, 'ni en el colegio ni nada'.

Remedios tiene 62 años y pertenece a un grupo de pensionistas cordobeses que protagoniza una experiencia pionera: un taller de potenciación de la memoria, destinado a detectar precozmente cualquier indicio de demencia. Una de cada 10 personas mayores de 60 años padece el mal de Alzheimer, el más común entre este tipo de trastornos, que son irreversibles, pero que pueden atajarse si se diagnostican a tiempo.

'Jugando y charlando', explica el psicólogo Manuel Luna, que se encarga de impartir el taller, 'podemos ver quién tiene las pérdidas de memoria y de concentración normales, las propias del envejecimiento, y quién tiene problemas que van más allá y, por tanto, requiere atención médica'. Ésa es la razón de que Remedios y sus 24 compañeros de la Asociación Senada, que es la que lo ha organizado todo, con apoyo financiero de CajaSur, realicen actividades aparentemente impropias de su edad; se benefician de este proyecto, que, según espera Luna, podrá ir extendiéndose a más jubilados andaluces. Ahora mismo, se calcula que entre 40.000 y 50.000 personas padecen Alzheimer en toda la comunidad.

'Un ejercicio muy típico', cuenta Luna, 'es el del rumor. Se cuenta una historia a uno de ellos y se le pide que la repita a su compañero más cercano, que tendrá que relatarla a su vez. Cuando ha pasado por todos queda irreconocible, claro'. Remedios asiente un poco desalentada. 'Ese día no di pie con bola. Era un cuento muy largo, de un extranjero que vivía en una cabaña y le ardía, o algo así'. Luna retoma el hilo. 'Les suele costar trabajo retener la historia y los detalles, pero eso también tiene que ver con la educación que recibieron, muy distinta de la nuestra'.

Además de los juegos, está la conversación, que cumple una función muy importante. Los jubilados reciben información sobre lo que los psicólogos llaman 'habilidades sociales'. Así, por ejemplo, se les muestra cómo entablar conversación con personas recién conocidas, cómo dar y recibir cumplidos con sinceridad y sencillez, cómo escuchar detenidamente a sus interlocutores sin apresurarse a contestar... Cómo convertirse, en fin, en buenos comunicadores. A Remedios le llamó particularmente la atención enterarse de que no es de mala educación gesticular y 'hablar con las manos', siempre que no se señale con el dedo ni se avasalle al oyente. Y es que nunca es tarde para aprender.

Una de las actividades del taller de potenciación de la memoria.
Una de las actividades del taller de potenciación de la memoria.F. J. VARGAS
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Medicinas y actividad cerebral

Una vez que se haya evaluado a todos los participantes en este taller de potenciación de la memoria, explica el psicólogo Manuel Luna, se les notificarán los resultados individualmente. 'A los que tengan algún problema los remitiremos al médico, para que reciban el tratamiento preciso'. ¿Y en qué consiste esta terapia? El neurólogo Enrique Manaut aclara que tiene dos vertientes: 'la administración de fármacos y la estimulación ambiental'. En cuanto a la medicación, a los enfermos de Alzheimer se les da rivastigmina, una sustancia que consigue que el enfermo no empeore. 'Lo mejor que se puede esperar es que no se acentúe el déficit, que no vaya a más', indica Manaut. 'Por eso, si la enfermedad se detecta pronto, cuando los síntomas son aún leves, mejor que mejor. Pero, además de los medicamentos, es muy importante la estimulación. Cuando una persona deja de recibir estímulos, su cerebro da marcha atrás'. Manuel Luna completa: 'Es muy común que los enfermos, en las primeras fases de demencia, se den cuenta de que meten la pata y no quieran salir de casa ni ver a nadie fuera de su círculo más íntimo. Entonces se van retrayendo más y más, no hablan, y así el deterioro se hace cada vez más grave. Pierden capacidades y calidad de vida'. Manaut remata con una comparación: 'El cerebro es plástico: es como un músculo, que necesita ejercicio para seguir funcionando bien. De hecho, se ha demostrado que las personas que han realizado estudios superiores suelen deteriorarse menos, porque las conexiones de su cerebro se han desarrollado más'. El neurólogo recomienda encarecidamente los clubes y las asociaciones de mayores, como núcleos de dinamización de las personas de edad. Éste es el caso de Senada, que tiene ya 304 miembros en la capital cordobesa, y que los reúne con mucha frecuencia para hablar, aprender cosas nuevas, reírse, viajar y, en general, hacer trabajar las neuronas, en beneficio propio y de la sociedad. Pero no se quedan ahí; su presidente, Salvador Alba, confía en firmar en breve un convenio con la delegación de Asuntos Sociales y la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Córdoba, 'para que podamos dar asesoría y tratamiento gratuito a todos los que lo necesiten'.

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