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Antonio Meliveo combina teatro, cine y música en 'Cinema terror'

Durante la gala del cine español de esta noche, Antonio Meliveo, más que en el Goya, estará pensando en Goya y sus sombras. 'No me lo voy a llevar; La Comunidad o Pepe Nieto tienen más posibilidades', repite el actor y compositor malagueño, que compite por la mejor banda sonora original con Plenilunio, tras haberse quedado en puertas con su partitura para Solas. Pensará más en Goya que en el Goya porque el estreno de una obra con idea, dirección, guión y partitura suyas, le tiene sorbido el seso.

Se trata de Cinema Terror, un experimento escénico que mezcla cine, sombras chinescas, actores reales, partitura original, animación, pintura romántica con mucho Goya, y adaptaciones de cuentos de Lovecraft y Chéjov. La obra se estrena el 11 de febrero en el Teatro Cervantes de Málaga bajo patrocinio de Ayuntamiento y Diputación de Málaga, Junta de Andalucía y Andalucía Digital Multimedia.

'Uno de los riesgos que corría', explica, 'es que los medios técnicos se comieran a los actores; por eso las proyecciones tienen cierta tosquedad, porque el teatro debe tener artesanía'. Los actores que acompañan a Meliveo son Juan Carlos Montilla, Fernando Jiménez y María José Parra. Rafael Montilla es autor de los dibujos y el hijo de Meliveo, Víctor, ha ayudado en la asesoría técnica e informática.

'He intentado fundir mi pasión por el teatro con mi profesión, el cine', admite este malagueño de 42 años, que con seis hacía figuración en zarzuelas y óperas con sus padres y compartió escenario hasta con Alfredo Kraus. Porque su pasión por el espectáculo total, la ópera o el musical, es un veneno. 'El cine es una mentira que parece verdad y el teatro una verdad que parece mentira', dice. 'Combinar ambos lenguajes sólo tiene una dificultad: respetar los tempos narrativos de cada uno'.

Admirador del terror 'romántico y de las pelis de los años 50', Meliveo, que ahora abordará la partitura del Padre Coraje de Benito Zambrano, goza al fin del respeto que una dilatada carrera de teatro, cine, música y televisión le ha procurado. Al fin le reconocen por algo más que por ser el amigo de Antonio Banderas, con quien compartió escenario en versiones adolescentes de Jesucristo Superstar o desde el grupo Dintel.

Puede que hoy no levante el Goya. Pero seguirá creyendo que sus mejores partituras son las que ha hecho para teatro: Farsa musical para un títere de Lorca; Casting, un soberbio musical al estilo Broadway sobre La casa de Bernarda Alba; o Rama para Málagadanza. Meliveo está en otra cosa: en que el público, lo que le importa, se contagie con su pasión llena de terror, teatro, cine y música en sombras.

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