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Las incógnitas de Griñán

Lourdes Lucio

El cambio al frente de la presidencia de la Junta, un hecho inédito en casi dos décadas, tiene en vilo no sólo a los consejeros, sino a los segundos y terceros niveles de la Administración. Todo el mundo asegura que Griñán cuando forme el nuevo Gobierno tendrá que hacer evidentes cambios. "Griñán tiene dos hándicaps: uno es la edad, 62 años, y otro el continuismo con Chaves. El primero no lo puede arreglar, pero el segundo sí", asegura un socialista.

La manera de dejar su impronta es la gente con la que va a contar en los próximos años y a partir de aquí se desatan la rumorología, porque el próximo presidente andaluz no "tiene claro" todavía, según fuentes próximas, qué decisiones va a adoptar en el terreno ejecutivo. En ese ámbito de la especulación, los socialistas aseguran que tiene difícil prescindir de los consejeros más nuevos y que sólo llevan un año al frente de sus departamentos. Esa reflexión les lleva al otro lado de la cuerda: prescindirá de los consejeros que lleven más tiempo en el Ejecutivo.

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Una de las incógnitas es saber si Griñán seguirá al pie de la letra el equilibrio territorial que de manera tan estricta ha seguido Chaves en 19 años. Aunque muy criticada desde fuera, al ya flamante vicepresidente tercero siempre le ha dado buen resultado ese criterio porque dejaba contentos a los secretarios generales del PSOE, aunque el resultado final del Ejecutivo dejase mucho que desear. A no ser que haya cambiado de opinión, Griñán es de los que creen que nunca se debe mezclar lo institucional con lo estrictamente partidario, pero, al contrario que Chaves, no tiene control sobre el complicado PSOE de Andalucía y eso puede pesar en su elección del próximo gabinete, por mucho de que hoy la ejecutiva proponga su nombre sin discusión alguna.

Otra duda, fruto del vértigo del cambio, es el perfil que elegirá para consejero de la Presidencia. En los últimos 13 años este cargo lo ha venido desempeñando Gaspar Zarrías, un político de raza, cuya misión primera y principal ha sido la de salvaguardar al presidente de la Junta de los embates de los adversarios políticos.

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