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Un juez obliga a un hombre de 25 años a irse de la casa de sus padres

Fernando J. Pérez

Un hombre de 25 años que ni estudia ni trabaja y que pretendía que sus padres, a los que había llegado a agredir física y verbalmente, siguieran manteniéndolo, deberá abandonar el domicilio familiar en el plazo de un mes por orden de un juez de Málaga. El hombre había demandado a sus progenitores después de que estos se negaran a pagar su manutención como consecuencia del deterioro de las relaciones entre ellos. Hasta la interposición de la demanda, los padres siempre habían atendido con diligencia las necesidades de su hijo, e incluso pagaban las letras mensuales del coche que le habían comprado.

Según la sentencia del Juzgado de Familia número 5 de Málaga, adelantada por el diario Sur, el joven "se encuentra matriculado en la Facultad de Derecho, pero solo tiene aprobadas tres asignaturas de toda la carrera" -en su descargo llegó a decir que algún año se le pasó el plazo de matrícula-. Y, aunque no tiene empleo conocido, en el interrogatorio practicado en el juicio quedó acreditado que posee "conocimientos suficientes para realizar pequeñas operaciones a corto [plazo] en bolsa".

El magistrado, José Luis Utrera, consideró que concurren varios supuestos para el cese de la obligación de todo padre de mantener a su hijo hasta que este pueda valerse por sí mismo. En primer lugar, las habilidades bursátiles declaradas por el joven. En segundo, los maltratos físicos o verbales, que quedaron acreditados en la vista oral.

Retraso académico

Finalmente, Utrera destaca el hecho de que la necesidad de manutención del hijo se la ha generado él mismo "por su mala conducta académica". Según el juez, "el clamoroso retraso académico" resulta "mucho más hiriente si lo ponemos en relación al nivel socioeconómico de sus padres", que trabajan como empleado en una empresa de recogida de basuras y como camarera de hotel.

En el fallo, el juez decreta que el hijo abandone la casa de sus padres "con sus objetos personales" en el plazo de 30 días. Sin embargo, para evitar que el hombre sufra "una situación repentina de inasistencia", el magistrado, como le habían sugerido los padres, obliga a que estos le pasen 200 euros al mes a su hijo durante dos años.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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