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Reportaje:Signos

Cómo viven la crisis los autores

Escritores andaluces señalan que la recesión económica no les afecta demasiado

España vive un momento de crisis económica sin precedentes. El aumento del paro desborda las previsiones del Gobierno. Las cifras registradas en enero son desoladoras: Andalucía tiene 744.956 desempleados de los 3.327.801 parados que hay en España. El desempleo ha crecido un 39% en un año en Andalucía. La crisis destruye el ánimo de muchas personas y les mete miedo en sus cuerpos. ¿La crisis económica afecta a los escritores andaluces? No demasiado, aunque lo sea en mayor o menor medida en una horquilla que va desde el poeta que pierde unos cuantos euros por una conferencia que ya no dará hasta el novelista que ve cómo las editoriales reducen sus catálogos a los autores de best sellers.

"Las editoriales arriesgan menos en sus apuestas", dice un novelista

Al novelista Juan Cobos Wilkins no parece afectarle demasiado la crisis económica. "No me afecta especialmente. Es posible que a lo mejor haya alguna conferencia menos, o alguna invitación de lectura menos, pero no a un nivel para llamarme la atención. Sigo teniendo conferencias y lecturas. Se siguen reeditando mis libros y se siguen leyendo. La crisis económica no es algo que me incumba a la hora de escribir, ya que he pasado rachas económicas de mayor estrechez y he seguido escribiendo. Puedo escribir igual en un hotel de cinco estrellas que bajo las estrellas sin hotel", resume Cobos Wilkins.

"Además, no he tenido que moverme en negociaciones para ver si algún libro se publicaba o no. No he tenido obra nueva que publicar en 2008 y tampoco en este inicio de 2009. Tardo entre tres y cuatro años en pergeñar una novela. Pero sí es verdad que, con alguna editorial con la que tuve conversaciones, vi que restringía sus publicaciones a los valores seguros y a lo mínimo. También reducía los catálogos y publicaba nombres seguros por los que no hay necesidad de hacer apuestas", agrega Cobos Wilkins, que se dedica sólo a la literatura.

El novelista José María Pérez Zúñiga señala que no nota la crisis en su "trabajo diario". Con todo, matiza que las editoriales buscan lo seguro. "Las editoriales arriesgan cada vez menos en sus apuestas. Y las apuestas que hacen son cada vez menos numerosas. Si antes tenían tres o cuatro cartuchos, ahora sólo tienen uno y no se pueden permitir el lujo de fallar", comenta.

Pérez Zúñiga no ha visto reducirse las propuestas que recibe para impartir conferencias, lecturas y otras actividades que suelen engrosar la bolsa del escritor. "Las propuestas que recibo son las mismas de siempre. La crisis económica no va a afectar tanto a los escritores, que van a seguir trabajando independientemente de lo que pase con esta situación. A pesar de la crisis, el libro se vende más que nunca. Quizás porque el libro es una forma de evasión. Las editoriales se van a espabilar. Apostarán por determinadas formas de editar sus libros, como los formatos electrónicos y de bolsillo de toda la vida", concluye Pérez Zúñiga, que trabaja como profesor de la Escuela Superior de Comunicación de Granada.

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Al poeta Juan Lamillar no le afecta demasiado la crisis. "Quizás haya menos lecturas y conferencias. Un poco sí lo estoy notando, pero tampoco mucho. Amigos comentan que tienen menos actividad desde el otoño", dice. "Creo que el dinero público no se va a poder gastar tan alegremente como antes. Habrá editoriales, sobre todo minoritarias, que si no cierran se tendrán que replantear su funcionamiento. Como visitante de librerías veo una superproducción bibliográfica que se tendrá que ajustar", añade Lamillar, que trabaja como profesor de Literatura del IES San Pablo de Sevilla.

"Una cruel selección natural"

El poeta Juan Antonio Bernier recalca que la crisis económica no afecta a su labor. "No la estoy notando porque desde el comienzo de la crisis no he tenido intención de publicar. La crisis va a afectar a la gestión cultural de las instituciones públicas, ya que supongo que reducirán partidas para publicaciones y para la organización de congresos y de lecturas", afirma.

Bernier no ha visto reducirse sus ingresos por conferencias y lecturas. "Parece que, de momento, las instituciones están resistiendo en Andalucía. Pero cuando se quieren recortar gastos, lo primero que suele parecer innecesario es la cultura", advierte. "Por desgracia para muchas instituciones, la cultura muchas veces es un lujo. Creo que las instituciones recortarán ayudas y las editoriales privadas se verán afectadas igual que otros sectores de la actividad empresarial. Quizás esta crisis contribuya a desatascar el mercado editorial, que estaba saturado de novedades. Quizás lo desatasque en una cruel selección natural que es propia del capitalismo. No creo en este tipo de purgas ni las deseo. Debe ser el lector quien las realice y no el mercado", agrega Bernier, que trabaja como profesor de español en Burgas (Bulgaria).

Hipólito G. Navarro, novelista y autor de relatos, no parece demasiado afectado por la crisis. "Como escritor, no noto la crisis económica. Puedo escribir igual. A lo mejor tengo más temas para escribir", explica. Navarro sostiene que tampoco tiene más dificultades para publicar sus libros. "Mi grupo editorial ha vendido más que nunca. En la pasada Navidad, la gente no ha podido regalar otras cosas y ha regalado libros", señala.

"Lo que sí se nota es que doy menos charlas en el extranjero organizadas por el Instituto Cervantes. Tengo dos charlas programadas en universidades cuando hace un año tenía cinco o seis. Este año no tengo ninguna lectura del Centro Andaluz de las Letras... En resumen, este año participo en menos encuentros y conferencias. Hay posiblemente una disminución del dinero que aportan las instituciones públicas", relata Navarro, que trabaja como corrector en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía.

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