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Entrevista:Yolanda Romero

"La descentralización cultural en España ha sido muy positiva"

Cierto es que la original monumentalidad de Granada alcanza proporciones mágicas en la Alhambra. Puede que el visitante vea en ella un punto final, pero un punto final que sigue terminando en cada uno de los rincones de una ciudad confinada a las reverberaciones de su historia. Porque tantos monumentos que sutilmente nos transfieren al presente sólo pueden mejorar nuestra inteligencia y acostumbrarnos a una sensibilidad crítica aún mayor. En este contexto surge en pleno casco histórico de la ciudad uno de los espacios para el arte más singulares y necesarios en Andalucía, el José Guerrero. Desde hace seis años, Yolanda Romero (Granada, 1962) dirige este centro dedicado a albergar la colección permanente del pintor granadino y a la exhibición de otras muestras, que se completan con la programación artística en el Palacio de los Condes de Gabia. Por sus salas han pasado autores como Pablo Palazuelo, Susana Solano, Helen Levitt, Judith Barry, Soledad Sevilla, Francesc Torres, Richard Misrach o Richard Avedon. Además, Yolanda Romero forma parte del equipo directivo del proyecto Arte y Pensamiento de la Universidad Internacional de Andalucía (Unia), desde su puesta en marcha en 2001. El pasado mes de mayo fue elegida presidenta de la Asociación de Directores de Arte Contemporáneo de España (ADACE).

"La creación de un museo debería responder a una política cultural determinada"
"Nuestra función debería consistir en crear espacios de libertad, de relación"

"El José Guerrero nació con una doble vocación. Por una parte, tenía que convertirse en un espacio museístico capaz de alentar el conocimiento de la trayectoria artística de José Guerrero, de conservar su legado. Pero por otra, desde sus inicios, la institución fue consciente de que sólo diversificando sus intereses, alejándose de la tentación de convertirse en un mausoleo dedicado exclusivamente al culto del artista, podría llegar a ser un auténtico espacio público en el que convergieran otras historias que pudieran contribuir a mostrar la complejidad y la diversidad de la cultura contemporánea", explica.

PREGUNTA. Se trataría de conjugar la difusión de la obra de un pintor que forma parte del canon con el trabajo de dar visibilidad a las diferentes prácticas artísticas locales de artistas o minorías que hasta entonces no habían disfrutado de un protagonismo.

RESPUESTA. Así es. La difusión de la obra de José Guerrero está planteada desde formatos y ópticas muy diferentes. No solamente la hemos hecho dialogar con artistas de su contexto histórico, como De Kooning o Motherwell, sino que hemos querido abrir nuevas miradas sobre ella, confrontándola con la de otros pintores de diferente generación, pienso ahora en Sean Scully o Miguel Ángel Campano. Y seguimos investigando sobre su producción artística, publicaremos, muy pronto, el catálogo razonado de su obra. Además, y siguiendo, en cierto modo, el deseo de Guerrero, que es el mismo que el de la Diputación, del que depende el centro, queremos contribuir a desarrollar un tejido artístico local mediante el apoyo a jóvenes creadores a través no sólo de exposiciones sino de actividades de carácter formativo.

P. También colaboran con otras instituciones.

R. Sí, algunas de diferente escala a la nuestra. Y eso nos ha permitido desarrollar modelos distintos de trabajo, con estructuras de colaboración en red. Hemos trabajado con Artium de Vitoria, Marco de Vigo, Arteleku, o la Universidad Internacional de Andalucía. Con el MACBA, hemos producido recientemente el proyecto Desacuerdos, la recuerdo como una experiencia muy enriquecedora.

P. ¿Cómo vive desde su ciudad la imparable ascensión de la arquitectura museística dentro de la geografía española? Tenemos los casos del Musac de León, Artium de Vitoria, Marco de Vigo, el CAC de Málaga... o las que están por llegar, en Gijón, Santander...

R. Es legítimo que las ciudades aspiren a completar sus equipamientos y que quieran dotarse de instituciones dedicadas a lo artístico que contribuyan a mejorar su vida cultural. Si cualquier ciudad media española tiene su campo de fútbol, ¿por qué va ser menos legítimo que tenga un centro de arte contemporáneo? El problema se plantea cuando se ponen en marcha espacios fuera de escala, macroproyectos insostenibles y de perfiles muy similares, muy homogéneos. Con todo, creo que la descentralización cultural vivida en España en los últimos años ha sido muy positiva.

P. ¿Cree que la decisión hoy de hacer un museo o un centro de arte es, por así decir, "política"?

R. Toda decisión de este tipo es política. La creación de un centro de arte o de un museo debería responder a una política cultural determinada, al posicionamiento de una sociedad frente a la práctica artística o en relación con temas que tienen que ver con cómo escribimos la historia. Lo que en realidad deberíamos preguntarnos es si estamos ante una buena o una mala política, ante una política de alto alcance o estrecha de miras.

P. ¿Y cuáles deberían ser los gestos de un director de museo, en forma de declaración, que deberían impedir los abusos de poder de los políticos y que afectan a la independencia de su trabajo?

R. No creo demasiado en declaraciones, porque los gestos son retóricos y suelen formar parte de aquello que critican. Nuestra función debería consistir en crear espacios de libertad, espacios de relación que permitan el pensamiento crítico. En un momento en que la cultura está más y más amenazada por una banalización creciente, hasta el punto de que hemos llegado a interiorizarla, ésta es quizá nuestra única opción.

Yolanda Romero.
Yolanda Romero.SOLE MIRANDA

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