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Reportaje:

Empleo público para salir del bache

La Generalitat contratará a 25.000 parados a través de planes locales - Los municipios darán prioridad a desocupados que agoten su prestación

Lluís Pellicer

El Gobierno catalán dará trabajo a 25.000 personas que estén en paro a través de los planes de empleo locales que desplegará en el primer trimestre de 2010. Los beneficiarios de esta medida, incluida en el plan anticrisis del Ejecutivo, serán, sobre todo, ciudadanos que hayan agotado su prestación de desempleo o que estén a punto de hacerlo. Con un presupuesto de 100 millones de euros, el Departamento de Trabajo casi multiplicará por cuatro el número de personas a las que ha dado empleo, puesto que este año alrededor de 7.000 personas han hallado un trabajo gracias a estos planes.

Tras la escalada de la tasa de paro de este año hasta el 15,95%, el Departamento de Trabajo, dirigido por Mar Serna, ha puesto en marcha el Plan Impulso, consensuado con los sindicatos UGT y CC OO y las patronales Foment y Pimec. El principal objetivo de este programa es facilitar la contratación de cerca de 25.000 trabajadores a corto plazo como medida de choque, pero también el reciclaje y la formación de los parados de larga duración.

El programa se ejecutará durante el primer semestre del año que viene

A diferencia de otros programas municipales, Trabajo ha fijado cuatro áreas prioritarias en las que deberán centrarse los nuevos puestos de trabajo: el ahorro y la eficiencia energética y las renovables, la rehabilitación de edificios, la gestión medioambiental y las tecnologías de la información y la comunicación.

Situando el foco sobre estas áreas, el Gobierno catalán pretende que estos sectores vayan absorbiendo de forma progresiva el excedente que ha dejado la construcción. "Debe permitir que estos trabajadores se hallen en mejores condiciones cuando llegue la recuperación económica", aseguró Serna. Además, el plan también trata de dar apoyo a actividades vinculadas al cambio de modelo productivo que persigue Cataluña.

Las 25.000 personas que sean contratadas por las administraciones estarán obligadas, además, a apuntarse a cursos de formación para especializarse, reciclarse o bien introducirse y adaptarse a otras actividades. Y a la vez, también acudirán a sesiones de orientación profesional. Precisamente, la Generalitat acordó con los sindicatos y las patronales aumentar la plantilla de orientadores. Hasta ahora tenía 186, de los cuales 150 fueron contratados por el Gobierno central y los otros 36 por el Ejecutivo catalán. El Departamento de Trabajo destinará 5,2 millones de euros el año que viene para incorporar 150 nuevos orientadores, con lo que tendrá ya más de 300.

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Fuentes sindicales aplaudieron el plan del Ejecutivo catalán porque, primero, supondrá un alivio para parados que lleven tiempo buscando un trabajo. Y, segundo, porque viene a complementar el Fondo Estatal de Inversión Local, que trata de rescatar a empresas y trabajadores de la construcción. Pero, además, estas fuentes se mostraron satisfechas porque se trata de un plan de empleo ambicioso que se sufragará con fondos de la Generalitat, cuando hasta ahora los grandes programas estaban financiados por el Gobierno central. Para ello, el presupuesto del departamento crecerá más del 40%.

Los ayuntamientos y los organismos locales deberán remitir sus propuestas a la Generalitat durante el primer trimestre de este año. Estos programas se desarrollarán de forma paralela a otros sectoriales que viene ejecutando el Gobierno, que, por ejemplo, acaba de poner en marcha un programa para reincorporar al mercado laboral a 324 personas de la comarca del Bages que perdieron su trabajo a raíz de la crisis del sector textil. La mitad de este proyecto está sufragado por la Unión Europea.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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