Toni Coll, promotor de Fila 7, cree que "el teatro va bien, pero podría ir mejor"
"El teatro va bien, pero podría ir mejor", afirma Toni Coll, director de la empresa teatral Fila 7, que cuenta, entre sus exclusivas, con artistas de la categoría de Pepe Rubianes, Miguel Gila, Pavlovsky, Carles Flavià y Alexis Valdés. Fila 7 ha puesto en marcha las dos salas del Club Capitol, programará el remozado Teatreneu y ha lanzado una oferta a los propietarios del Capsa para reconvertirlo en teatro. Coll considera que hay espacio en el panorama barcelonés para su empresa y que el reto "es reducir el agujero en las plateas".
Con Rubianes solamente (que se representa con el teatro lleno todos los días), Fila 7 puso en marcha la primera de las salas del Club Capitol, en plena Rambla, a la que acaba de añadirse, con el Orgullosamente Humilde de Pavlovsky, una segunda sala. A partir de marzo la empresa programará el remozado Teatreneu, con dos salas de 380 y 150 localidades. Y, aunque de momento se trate sólo de una propuesta, ha hecho una oferta a los propietarios del Capsa para reconvertirlo en espacio teatral. Con acuerdos más puntuales, colabora también con teatros como la Sala Muntaner, el Regina (donde estrenará El joc de l"amor i de l"atzar, de Marivaux), el Malic (donde presenta Prensamiento, de Carles Flavià) o el Teatre de l"Eixample. La gran pregunta es: ¿volverá el Capsa a ser teatro? "Desgraciadamente, no puedo todavía asegurar nada. Las conversaciones están, a causa de las Navidades, en un punto muerto. Pero es verdad que nosotros les hemos hecho a los propietarios una propuesta para reconvertir el Capsa en teatro. Primero, porque es un espacio emblemático y porque, como espectador, me trae grandes recuerdos. Y luego porque, para el tipo de producciones que movemos, es un espacio adecuado, céntrico y bien comunicado. Estamos pendientes de la respuesta". Focus y Tres x 3 son las dos grandes productoras catalanas a las que en las últimas temporadas se han añadido Vània, Bitó y Fila 7. ¿Hay pastel para todos? "Nosotros somos sobre todo una empresa de distribución", precisa Coll, "y sólo este año nos hemos marcado el objetivo de realizar nuestras primeras producciones, propias o con otras productoras. Ahora bien, en lo que respecta a la competencia hay que establecer dos ámbitos muy claros. De un lado están los mercados catalán y español para las compañías en gira. Del otro están los teatros de Barcelona. Es en Barcelona donde puede parecer que hemos alcanzado el techo. El hecho es, sin embargo, que la media de ocupación está entre el 50 y el 60%. Las butacas vacías significa que dejan de ganarse en torno a 3.000 millones de pesetas al año. Yo creo que eso demuestra que hay mucho por hacer, que deben impulsarse políticas de promoción, difusión y mercadotecnia. Uno de los retos es, precisamente, reducir ese agujero en las plateas". En las últimas temporadas, las productoras han empezado a plantear la permanencia indefinida de las obras de éxito en la cartelera barcelonesa. "Con eso", responde Coll, "lo que intentamos es crear la necesidad sociológica de ver un espectáculo. Cuando son muchos los que ya lo han visto, son muchos más los que lo quieren ver. Los espectáculos se vuelven referentes imprescindibles. Pero hay otro motivo por lo menos tan importante. Un espectáculo en la cartelera de Barcelona es noticia de forma permanente. Lo que la gente quiere ver fuera de Barcelona son precisamente esos espectáculos de los que tanto se habla". ¿Por dónde pasa el futuro del teatro en Barcelona? "El teatro va bien, pero puede ir mejor. Hay muchas acciones por emprender. Y no estoy hablando sólo de las ayudas públicas. Falta un gran acuerdo mediático con las televisiones. Falta un centro capaz de impulsar globalmente la promoción y difusión del teatro. Falta diversificar el público. Mi obsesión es aumentar globalmente, con estrategias coherentes, los índices de ocupación de la ciudad". A Rubianes, Pavlovsky, Gila, Flavià, Sisa, Riba o Alexis Valdés los representa Fila 7 en exclusiva. A Leo Bassi, Pablo Carbonell, Faemino y Cansado y Las Veneno los representa en Cataluña. Está claro que Toni Coll apuesta por un tipo de humor. "El humor con el que te educas acaba siendo tu humor, de referencia y preferencia. El mío es un humor agrio, corrosivo, con contenido. Sin pensártelo mucho, como productor es el que acabas eligiendo. De ahí que represente a quien represento". ¿Por qué espectáculos mayormente unipersonales? "Nosotros competimos con grandes producciones y lo que hemos demostrado es que los espectáculos unipersonales e inteligentes tienen un poder de convocatoria altísimo".
