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Miles de empleados públicos protestan contra los recortes de la Generalitat

Sindicatos y Gobernación se reúnen hoy en la sexta Mesa de la Función Pública

Hasta la bandera. Casi tanto como el 14 de abril de este mismo año, cuando 20.000 maestros y sanitarios colapsaron la plaza de Sant Jaume en protesta contra los primeros recortes anunciados por el Gobierno catalán. Ayer, la plaza volvió a llenarse con con miles de funcionarios y empleados públicos -6.500, según la Guardia Urbana- en protesta por los recortes salariales y de beneficios sociales previstos por el Gobierno de Artur Mas. Se sienten cabeza de turco, aseguran que ya han perdido un 20% de su poder adquisitivo y que el goteo de despidos en las Administraciones está poniendo los servicios al límite. En Girona (1.500 manifestantes); Tarragona (2.500), informa Mercè Pérez; Lleida (2.000), y Tortosa (500) se realizaron también concentraciones convocadas por los sindicatos CC OO, UGT e IAC. El Ejecutivo catalán pretende ahorrar 625 millones de euros con rebajas en el capítulo de personal mediante una batería de medidas estructurales y coyunturales que afectan a más de 200.000 personas, si se suman los departamentos del Gobierno, el ICS y las empresas públicas.

Hubo protestas en Barcelona, Girona, Tarragona, Lleida y Tortosa "Sobran tijeras, faltan manos", clamaron ayer los funcionarios

"Sobran tijeras, faltan manos", clamaron en la plaza de Sant Jaume. En las pancartas, alusiones a la posibilidad de recuperar el impuesto de sucesiones e invitaciones a que el Gobierno recorte en otras cuestiones, como el fraude fiscal, las dietas de los altos cargos y los coches oficiales. Uno de los momentos de mayor tensión y abucheos se produjo justo a las seis de la tarde, cuando de forma automática se encendieron las luces de Navidad que dibujan el perfil de las fachadas de la Generalitat y el Ayuntamiento. "Es recochineo", gritó la multitud, que pidió reiteradamente la dimisión de Artur Mas.

La Generalitat advirtió hace tres semanas de que, recortado en 2011 el Estado de bienestar, este ya ha tocado hueso, y el grueso de las medidas de austeridad de 2012 afectarán al capítulo de personal, el mayor gasto de cualquier Administración pública. Tras un primer documento con 19 medidas de recorte, algunas estructurales y otras coyunturales, la Generalitat se comprometió el martes a no despedir interinos como afirmaba la primera lista de recortes. En sucesivos borradores de los planes del Gobierno, también se ha pasado de un recorte cifrado inicialmente en 860 millones a los 625 previstos ahora.

Con todo, tras cinco reuniones de la Mesa de la Función Pública, los sindicatos CC OO, UGT e IAC no se fían. Pese al compromiso verbal del martes de no despedir interinos, reprochan a sus interlocutores del Departamento de Gobernación que este no elimine el punto que se refiere a los despidos. Para hoy está convocada la sexta reunión de la mesa y el margen para alcanzar un acuerdo es cada vez más estrecho, porque el Gobierno tiene previsto aprobar los presupuestos el martes.

Entre las medidas de recorte previstas hay notables reducciones salariales, de pagas y beneficios sociales. Además, la Generalitat ha planteado la posibilidad de que un número indeterminado de interinos -en tareas administrativas- se reduzca un tercio la jornada y el sueldo como moneda de cambio para evitar despidos.

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