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Montilla y Blanco cierran el traspaso de Cercanías sin pacto sobre la Sagrera

Fomento dice que no puede asumir la cantidad de dinero que pide Cataluña

El Gobierno central y la Generalitat escenificarán hoy el pacto para el traspaso del servicio de Cercanías y fijarán un calendario para que a partir de julio la Generalitat asuma progresivamente la responsabilidad del transporte. El presidente de la Generalitat, José Montilla, y el ministro de Fomento, José Blanco, escenificarán el pacto, aunque no se prevén euforias, pues sigue habiendo desacuerdos sobre la aportación económica que el Gobierno debe hacer para cerrar el traspaso. Además, sigue en el aire el otro proyecto ferroviario de gran envergadura para Cataluña: la financiación de la estación del AVE de la Sagrera. De ahí que Montilla alertara ayer en el Parlament de que, sin bien hoy se verán avances, el traspaso es "complejo" y requerirá de "un calendario preciso".

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La euforia de pasadas semanas se ha tornado en preocupación contenida en la última semana ante los escollos que han surgido en la negociación. Lo cierto es que el ministro de Fomento, José Blanco, no llega hoy a Cataluña con un acuerdo debajo del brazo, sino con la voluntad, eso sí, absoluta de desbloquear los desacuerdos y acercar posiciones. La vía para evitar mayores resistencias en el seno de Renfe, en especial entre los trabajadores, sería crear un consorcio entre esta empresa y Ferrocarrils de la Generalitat para gestionar la nueva empresa.

Pero el pacto sólo puede lograrse en una reunión al más alto nivel, es decir, con el presidente de la Generalitat, José Montilla. Los técnicos, los secretarios de Estado y el consejero han llegado al límite de sus posibilidades de negociación. Y éstas han chocado con las "nuevas condiciones" que ha puesto el Ministerio de Fomento para el traspaso de Cercanías, según fuentes de la negociación catalana, pero también, y sobre todo, con la exigencia de dinero de la Generalitat. "El problema con el traspaso de Cercanías es de dinero y de proyecto, ya que la Generalitat quiere duplicar y cuadruplicar tramos de vía para conseguir un servicio de calidad; además de una cantidad para la financiación inasumible", señalan medios gubernamentales. No obstante, Fomento ha subido considerablemente las cantidades que manejó el anterior equipo ministerial, pero no puede llegar hasta donde ha demandado Nadal.

También por dinero se ha sacado de la negociación el empuje de las obras de la Sagrera. Todo lo que no se podrá pagar con el dinero de las plusvalías inmobiliarias previstas con la construcción de pisos y oficinas está en el aire y depende de que ambos gobiernos acuerden otro sistema de financiación. El Consistorio confía en que la fórmula de financiación se cerrará en dos o tres semanas.

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Por ahora las negociaciones se centran únicamente en Cercanías. El bloqueo preocupa al Ayuntamiento de Barcelona y, en otro plano, también al PSC, que ve cómo la próxima semana José Luis Rodríguez Zapatero tendrá que afrontar un debate del Estado de la nación sin ningún apoyo externo por la falta de acuerdos en la carpeta catalana, con la financiación autonómica en cabeza.

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