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Las denuncias por malos tratos en el ámbito familiar rural aumentan un 20%

Un total de 120 agentes femeninos que la Guardia Civil tiene en la provincia de Barcelona ha participado en un cursillo sobre asistencia a víctimas de malos tratos y agresiones sexuales en la familia. El objetivo es preparar a las agentes para que sean ellas las que atiendan y orienten en un primer lugar a las víctimas de malos tratos en la familia, que en su gran mayoría suelen ser mujeres o menores. La Guardia Civil dio a conocer ayer, en la clausura del curso, un estudio que arroja un dato relevante: las denuncias de este tipo de delitos han aumentado un 20% en la Cataluña rural en los nueve primeros meses del año.

Los distintos cuerpos policiales -la Guardia Civil no es la excepción- encomiendan la función de proteger y vigilar los derechos de las mujeres y de los menores a agentes femeninos por una sencilla razón práctica: la víctima de un mal trato o de una agresión sexual se muestra siempre más confiada ante una agente, ya que la siente más próxima a la hora de relatar sus sufrimientos y su vida. Juan Cerván, teniente coronel de la Guardia Civil, señala que el considerable aumento de este tipo de denuncias es engañoso, ya que no supone que la violencia en el seno familiar se haya disparado, sino que se debe al hecho de que cada vez las mujeres son más conscientes de que tienen que denunciar la violencia de la que son objeto y, en consecuencia, así lo hacen. Según Cerván, los datos de las denuncias en poder de la Guardia Civil indican que este crecimiento, situado en torno al 20% -en los nueve primeros meses de 1997 se produjeron 397 denuncias y en el mismo periodo de este año alcanzaron las 440-, se verá ampliamente superado con los datos de la evolución del último trimestre del presente año. Junto al aumento de las denuncias registradas por la Guardia Civil, se ha producido un incremento de los detenidos por agresiones dentro de la familia. Entre enero y septiembre de este año, el crecimiento ha sido espectacular, ya que se han registrado 39 arrestados frente a los 15 detenidos a lo largo de 1997. Esto supone un aumento de casi un 200%. Presiones sociales Estos incrementos se producen en un ámbito como el rural, que es en el que actúa por definición la Guardia Civil, y en el que, desde siempre, el entorno, las presiones y los prejuicios o la vergüenza social han favorecido muy poco la denuncia de las agresiones sexuales y los malos tratos y ha tendido a esconderlos, en muchos casos, y negarlos en otros. Julia García-Valdecasas, delegada del Gobierno en Cataluña, insistió ayer precisamente en estas circunstancias durante su parlamento de clausura del cursillo. Ante 82 disciplinadas y atentas agentes de la Guardia Civil, García-Valdecasas dejó muy claro que los dos grandes objetivos de los Equipos Mujer-Menor de la Guardia Civil, que son los que llevan estas investigaciones especiales, son "la protección de los derechos, libertades y seguridad de estos grupos [mujeres y niños] más vulnerables y ganar la confianza de la sociedad y de las víctimas para hacer aflorar los delitos contra la libertad sexual y los malos tratos en el seno familiar". La delegada del Gobierno, en una conclusión que firmaría cualquier feminista, animó a las agentes a afrontar el problema de la violencia familiar y las animó a "aportar su granito de arena para evitar los malos tratos al menor y a la mujer, para que no se oculten y para que se denuncien para poder ser erradicados y para que las mujeres pierdan el miedo en favor de su dignidad".

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