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Reportaje:

La ley del cine da fuelle a ERC

El Parlament aprueba por amplia mayoría el texto con los votos del tripartito y de CiU - La norma prevé ayudas al sector para la digitalización de salas

Después del palo de la sentencia del Estatuto, la aprobación ayer por amplia mayoría (117 votos a favor y 17 en contra) de la Ley del Cine de Cataluña fue como un bálsamo para el Gobierno tripartito catalán. Y muy especialmente para ERC, que al mando de Cultura había apostado fuerte por esta norma que Joan Puigcercós calificó de "valiente" y "una de las más importantes de esta legislatura". Insistió en apuntarse el tanto cuando, tras señalar que la norma "apuesta por el cine como factor de construcción de una identidad europea" y "acaba con la marginación humillante de la lengua catalana en el ámbito del cine", añadió que marca "un cambio de tendencia impulsado desde un departamento de Esquerra".

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CiU, pese al amago de abstención que mantuvo hasta el último momento, acabó votando también la ley, aunque Jordi Cuminal lamentó las prisas y, tras alabar el trabajo de los grupos en el Parlament, durante el debate lanzó duras críticas contra el departamento por considerar que había actuado "de manera sectaria", "en clave de partido y no de país". Sólo el PP y Ciutadans votaron en contra de la ley por considerarla "intervencionista" y reprocharon que no se hubiera aplazado la votación hasta comprobar si podía verse afectada por la sentencia del Constitucional.

El consejero Joan Manel Tresserras, convencido de que la ley es plenamente constitucional, había defendido que la norma "servirá para reforzar el sector desde el punto de vista industrial, facilitará el acceso a más filmografías que la estadounidense a través de la red de salas concertadas, mejorará la oferta de la versión original subtitulada y aumentará la oferta de cine en catalán".

La redacción final ha añadido la obligación de los exhibidores de proyectar en versión catalana la mitad de las copias digitales de filmes no comunitarios. Pero también abre más vías de negociación en lo que se refiere a los plazos y la manera de aplicar la ley, que tendrán que desplegarse en un reglamento para cuya elaboración todos los grupos abrieron los brazos al sector de la distribución y la exhibición. La zanahoria para que cejen en su oposición frontal al texto, algo que de momento parece difícil, es un futuro acuerdo industrial para asegurar la implantación de la ley (que podría incluir subvenciones y ayudas al doblaje, como se viene haciendo hasta ahora) y también ayudas financieras para facilitr el paso de las salas al formato digital.

El parlamentario socialista Josep Maria Balcells se explayó en la petición de diálogo al sector. "No estamos en guerra contra ellos", señaló. "Queremos decirles que con la ley estamos a su lado no solo para evitar que entren en crisis irreversible, sino también para que puedan salir más fortalecidos a medio y largo plazo. Estamos seguros de que será así, pese a la beligerancia actual e incluso mediática".

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Adelantándose a las posibles acciones que puedan anunciar hoy las grandes distribuidoras y los exhibidores, Balcells dijo que es posible que las majors amenacen con un boicot, aunque acabarán cumpliendo la ley porque, indicó, "no dejarán que Cataluña quede fuera de este mercado y la demanda [de cine en catalán] irá in crescendo".

La ley, que prevé sanciones de entre 1.000 y 75.000 euros, entrará en vigor en enero.

Las claves de la polémica

- Cronología. Tras intentar un pacto con las majors en julio de 2008 para conseguir que aceptaran aumentar de forma significativa el número de películas en catalán, el Departamento de Cultura inició en marzo de 2009 los trámites para sacar adelante la primera Ley del Cine de Cataluña, que en cada paso se ha ido endureciendo en el aspecto lingüístico. Las críticas más feroces vienen de la mano de los exhibidores y distribuidores.

- Contenidos. Obligación de distribuir la mitad de copias de los filmes de estreno en versión catalana, creación de una red de salas concertadas para favorecer el cine independiente y el catalán, promoción de la versión original subtitulada y apoyo a la digitalización.

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