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El perito judicial dice que el pabellón de Sant Boi incumplía normas de edificación

El informe aprecia "defectos de construcción evidentes" en el túnel de bateo

El túnel de bateo del campo municipal de béisbol que se hundió el pasado 24 de enero en Sant Boi de Llobregat y causó la muerte de cuatro niños presentaba "defectos de construcción evidentes" que afectaban a su estructura y, además, se levantó incumpliendo dos normativas sobre edificación. Todo eso hizo que el edificio no reuniera "las condiciones precisas y necesarias de solidez y seguridad", por lo que suponía un estado "latente y de riesgo".

Así de expeditivo se expresa el arquitecto Jaime Ferré Font en el informe pericial que ha entregado al Juzgado de Instrucción 3 de Sant Boi, que investiga el trágico hundimiento.

El perito admite que la fuerza del viento alcanzó ese día los 144 kilómetros por hora, pero precisa que el pabellón habría aguantado si hubiera estado bien construido. El perito relata que incumplía la normativa de 1988 sobre acciones en la edificación porque la unión del pórtico con el muro de carga no era rígida. El muro de carga también debería haber soportado el viento si hubiera tenido las condiciones de rigidez necesarias, de manera que sólo se habría visto afectada la cubierta, pero no se habría producido el hundimiento.

El informe asegura que la edificación tenía un "estado latente y de riesgo"
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El perito relata que ni en el plano de la obra ni en la inspección ocular se ha constatado ninguna conexión entre el muro de carga y la cimentación, lo que supone otro incumplimiento de la norma sismorresistente de 1974.

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El pabellón es un edificio rectangular de 24,40 metros de longitud por 12 de ancho acabado con una cubierta a dos aguas y una altura que oscila entre los 5,30 y los 7,10 metros que fue construido en 1992. En el interior de la nave se levantó una pared y se crearon dos espacios denominados túnel de bateo, que se ventilaban por 10 ventanas.

El informe pericial relata que el pabellón no aparentaba externamente y de forma visual la falta de solidez y seguridad, por lo que "en cualquier momento y por cualquier circunstancia" se podría haber producido la deformación. En otro momento, el perito afirma que no puede predecir si la edificación habría aguantado con menor fuerza del viento por todos esos defectos.

El alcalde de Sant Boi, Jaume Bosch (PSC), restó ayer importancia al informe pericial e insistió en que el hundimiento se debió al viento, al margen de que pudiera haber deficiencias en la construcción "pendientes de contrastar". Bosch aseguró que el informe pericial es "uno más y no debe merecer más respeto" que los encargados por el Ayuntamiento al Colegio de Ingenieros y de Arquitectos.

El abogado de las familias de las víctimas, José María Fuster-Fabra, asegura que el informe pericial "es claro y contundente y refleja las gravísimas deficiencias del pabellón". El letrado asegura que ese día "el viento sopló mucho más fuerte en otros puntos y no causó esos estragos".

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