Hollywood, en punto muerto

En cualquier otra industria la inactividad que reina en Hollywood se consideraría el típico parón estival. No en el cine, donde el verano es aprovechado por los actores, en especial los que también trabajan en televisión, para apuntarse un nuevo rodaje a sus filmografías. Este año es diferente. 2008 comenzó con la huelga de guionistas que paralizó la industria hasta febrero y causó pérdidas que algunos cifran en 14,7 millones de euros al día. Y ahora es el turno de los actores en medio de una huelga que nunca ha sido convocada pero cuyo parón se deja sentir.

El principal sindicato de actores, conocido como SAG, nunca llamó a la huelga pero tampoco ha firmado un nuevo convenio. Y desde el 30 de junio sólo existe una constante ráfaga de ataques entre la principal fuerza sindical de Hollywood, la formada por los actores, y la Asociación de Productores de Cine y Televisión (AMPTP), la patronal en resumen, y un mar de dudas sobre la existencia de conversaciones entre ambas organizaciones. "No hay ninguna negociación informal al respecto", aclaró esta semana la Asociación de Productores, en un disparo directo contra las veladas sugerencias que el SAG había hecho en este sentido a sus afiliados.

Sólo han caído un 2% las peticiones para rodar, pero el sentimiento es otro

'Nottingham', de Ridley Scott y con Russell Crowe, ha sido cancelada

La mayor parte de las estrellas no sabe cuál será su siguiente proyecto

Para Brad Silberling, se están rodando guiones "a los que les faltaba un hervor"

Las miradas están puestas en el próximo 19 de septiembre cuando el SAG anuncie los componentes de su nueva junta directiva, una elección que puede dar lugar a nuevos interlocutores en este conflicto o endurecer la intransigencia de ambas partes.

Mientras, la incertidumbre sigue en el aire. Aunque la oficina FilmLA que otorga los permisos de rodaje en Los Ángeles dijo que julio se desarrolló con toda normalidad, con un ligero declive del 2% respecto al pasado año, el sentimiento que domina en la industria y que se reflejará en la futura cartelera es muy diferente. Nottingham, uno de los proyectos más esperados de la temporada y que reunía a Ridley Scott con su amigo Russell Crowe en una nueva versión de Robin Hood, ha sido oficialmente pospuesto. Igual que Lincoln, de Steven Spielberg, aplazado -en teoría- hasta 2010. Terminator: salvation, las nuevas entregas de Noche en el museo y Transformers, el primer largometraje de Hannah Montana, o Ángeles y demonios, la continuación de El código Da Vinci, siguen adelante en sus rodajes, aunque sobre ellos pende la daga de una interrupción.

Aún hay algo peor. Nadie se atreve a comenzar ninguna gran producción. Durante lo que va de año, agentes y productores tuvieron marcada en su calendario la fecha del 30 de junio, día en el que venció el convenio colectivo de los actores, como fecha límite para poner en marcha una producción. Como asegura el agente Patrick Whitesell, de la agencia Endeavor, en la actualidad, la industria vive en una especie de "tierra de nadie": la mayor parte de los actores no sabe cuál será su próximo proyecto, dado que no se ha acordado ninguna fecha de rodaje hasta que no se formalice un nuevo convenio entre el SAG y el AMPTP.

Para eso tienen que solucionarse las principales diferencias entre intérpretes y productores, en especial en lo referente a las plusvalías que se llevarían los actores por la explotación de su trabajo en vídeo, DVD, Blue-Ray, Internet, móvil o cualquier otro medio por descubrir.

No todo es culpa de la inexistente huelga de actores. Ángeles y demonios todavía no se ha recuperado del parón que causó en su producción la huelga de guionistas (han reescrito el libreto según avanzaba el rodaje), y en el caso de Nottingham su retraso tiene también mucho que ver con un guión que no es del gusto de Scott. "La amenaza de las huelgas supuso una excesiva premura para aprobar guiones a los que quizá les faltaba un hervor", asegura el director Brad Silberling desde el rodaje de su nueva película, Land of lost. También hay razones más pedestres, y Nottingham es un buen ejemplo de nuevo: allí saltó la voz de alarma en Hollywood sobre el sobrepeso y la falta de forma física de Russell Crowe. No sólo deben adelgazar los presupuestos de los grandes estudios; también, la tripa de algunas megaestrellas.