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Artistas y coleccionistas empeñan obra en tiempos de crisis

Proliferan en EE UU las empresas especializadas en préstamos a cambio de arte

En tiempos difíciles acaso haya que echar mano de un picasso como solución. Para el que lo tenga, claro. ¿Ejemplos? La fotógrafa de la fama Annie Leibovitz o Veronica Hearst, viuda del heredero del imperio mediático de William Randolph Hearst. Poseedoras de valiosas piezas artísticas, propias o ajenas, tienen problemas de liquidez y han pedido préstamos avalados por esas obras de arte.

Lo inusual es que no ha sido un banco el que les ha dado fastuosos créditos -Leibovitz, sin ir más lejos, ha conseguido 11,7 millones de euros tras poner como aval sus propias fotografías, incluidas las futuras-, sino una entidad privada, Art Capital, que se dedica a inyectar liquidez a cambio de obras de arte valiosas.

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A sus poseedores, parece ser, la crisis también les ha afectado. Por eso se han visto obligados, según reveló The New York Times, a buscar alternativas a los prestadores tradicionales -a los que, ya se sabe, tan difícil se ha hecho hoy arrancar un crédito- para cubrir gastos. Ya sea para pagar hipotecas, como en el caso de Leibovitz, o para asuntos privados de toda índole.

Art Capital no es la única empresa dedicada al negocio de préstamos avalados por rubens, warhols, rothkos o zurbaranes. En Estados Unidos hay unas diez pequeñas y discretas instituciones dedicadas a este tipo de transacciones. Firmas que en estos tiempos de escasa liquidez hacen su agosto. Financiadas por fondos altamente especulativos (hedge funds) y por inversores privados, prestan dinero a intereses que varían entre el 6% y el 18%. Y aunque principalmente utilizan la propiedad de las obras como garantía, también aceptan, como en el caso de Leibovitz, los derechos de autor sobre sus propias fotografías, o sobre las imágenes que capte en el futuro hasta que el interesado devuelva el préstamo.

Según los responsables de Art Capital, su negocio se ha disparado desde que los mercados financieros estadounidenses colapsaron el pasado septiembre. Ellos esperan prestar cerca de 90 millones de euros utilizando arte como garantía, casi treinta millones más que en 2008. Aunque también hacen préstamos hipotecarios, como en el caso de Julian Schnabel, que utilizó sus servicios para construirse Palazzo Chupi, su residencia neoyorquina.

Otras empresas del sector como Art Finance Partners, afirman, sin embargo, que el negocio lleva siendo particularmente boyante varios años. Y no sólo porque la gente necesite liquidez para seguir manteniendo un envidiable tren de vida sino también porque muchos coleccionistas recurren a ellos para comprar obra. "Durante años el mercado del arte ha movido muchísimo dinero, los precios estaban muy altos y la gente necesitaba préstamos para comprar lo que querían. No conozco ningún coleccionista que pueda sacar de su bolsillo ocho millones de euros para pagar un picasso. Para eso estamos nosotros", explicó a este diario Andrew C. Rose, responsable de Art Finance Partners, empresa que irrumpió con fuerza en el negocio en 2005.

Y aunque reconoce que su teléfono no ha dejado de sonar desde que la crisis tomó los mercados, los medios de comunicación y el ánimo generalizado, la razón no sólo es que los ricos utilicen sus colecciones de arte para materializar su dinero sino que hay mucha gente aprovechando el momento para invertir en arte. Según Rose, "los precios del mercado han bajado y quien tiene capital está comprando incluso más que antes de que empezara la crisis".

La fotógrafa Annie Leibovitz, en la presentación en Berlín de una retrospectiva de su obra el 20 de febrero.
La fotógrafa Annie Leibovitz, en la presentación en Berlín de una retrospectiva de su obra el 20 de febrero.AP

Picasso como garantía

Si las casas de empeños gozan de una larga historia, prestar a cambio de obras de arte tampoco es nuevo. "Es algo que se hace desde la época de los romanos. El arte siempre ha estado muy bien valorado, no sufre la inflación y ni las mismas fluctuaciones que el mercado inmobiliario", dice Andrew C. Rose, quien antes de fundar Art Finance Partners trabajó para Citibank, que como muchos bancos tiene un equipo dedicado a préstamos avalados por obras de arte. "Entre coleccionistas y amantes del arte es bastante común. También hay fundaciones y empresas que utilizan sus cuadros como garantía. Por eso los grandes bancos tienen departamentos dedicados a eso. El problema es que ahora esas entidades tienen problemas, lo que beneficia a instituciones como la mía".

No todos los clientes logran devolver el préstamo, claro. Pero eso no es problema. No, cuando se dispone de un buen picasso. Como dice Rose: "Siempre se puede subastar y recuperar el dinero".

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