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Reportaje:64ª FERIA DEL LIBRO DE MADRID

Emilio Lledó: "Luchemos contra la siembra de la mentira"

El filósofo sevillano reflexiona sobre la infelicidad en su último libro

Juan Cruz

En la puerta de su nevera, Emilio Lledó tiene un dibujo de El Roto; representa un tomate. "Alarma en el sector agrario: los tomates ya no tienen vocación". Y debajo dice el propio tomate: "Odio los invernaderos, prefiero trabajar en una oficina". Sobre su mesa de trabajo, el filósofo tiene un libro en cuyo título se halla una de sus obsesiones: La pérdida de la cultura de la palabra, de Barry Sanders. En la propia cubierta, esta frase: "La pistola es el arma de los analfabetos". Lledó acaba de publicar en Cuatro Ediciones (que dirige en Valladolid su amigo Mauricio Jalón) su Elogio de la infelicidad, que el último sábado firmó en la feria de Madrid. Sevillano de origen, catedrático jubilado de Historia de la Filosofía, su último trabajo civil fue la presidencia del comité que decidió sobre el porvenir de los medios de comunicación estatales. Ayer hablamos de infelicidad, de mentira y de actualidad en su casa de Madrid.

- Elogio de la infelicidad. "Sí, parece que en el título hay una contradicción, cómo elogiar lo que nadie quiere, cómo ser bueno en un mundo malo. La felicidad siempre fue un deseo de tener; somos seres que dependemos de los alimentos, del agua, del aire, ¡imagina el día en que no haya agua! Pero dependemos también de la verdad, de la bondad, de la belleza... La lucha por esos valores utópicos también da felicidad; cuando los hombres se humanizaron, ésos fueron los valores que buscaron: importa ser más por dentro. Sentir la infelicidad obliga a buscar la felicidad".

- La mentira. "Cómo no soñar con la verdad en un mundo lleno de falsedad y de mentira... A base de decir la mentira, acaba corrompiéndose nuestro propio cerebro. Mentimos a los demás y nosotros mismos acabamos siendo una pura mentira... Es una forma de defensa, igual que la violencia; es el arma del impotente mental... Lo más grave es la presencia de la mentira en el mundo de la política; hace que se defiendan intereses privados disfrazándolos de públicos... Cuando una sociedad acaba sin saber que está instalada en la mentira es una sociedad muerta... En nuestro país hay gente luchando con cierta sensibilidad para que eso no ocurra. El grano de mentira que se siembra en el surco de la sociedad produce monstruos".

- Granos. "¿Granos de siembra? La utilización de unos hechos falsos para desacreditar posibles diálogos. Los archivos: un asunto intrascendente que se magnifica, sin tener en cuenta que han de enderezarse todos los entuertos de la Guerra Civil... Si quieres tergiversar la democracia, basta que pongas en un país focos de inestabilidad (con el terrorismo, por ejemplo) que nos atemoricen... Un país atemorizado por agobios terroristas puede ser un país infeliz... Un país condenado a esa amenaza del terrorismo (y de su utilización, e incluso de su manipulación) es un país condenado a la infelicidad y a la no democracia... Puedes ser el hombre más justo, más inteligente y más solidario, que si no eres como deciden que debes ser (muy español, por ejemplo), no eres nadie".

- Infeliz. "A mí me hace infeliz el dolor, el hambre, la violencia. ¿Cómo ser feliz en un mundo tan violento, tan agresivo? Todos tenemos derecho a ser felices, pero hay momentos en que ese derecho se nos ensombrece: la finitud del cuerpo, el carácter partido de nuestro ser... Para ser felices necesitamos que nos escojan, que nos entiendan... El fomento del odio que alimentan ciertos medios de comunicación promueve la infelicidad y la violencia... También la ciudad es una máquina de infelicidad. Estos días estuve en un pinar maravilloso: ¡había toneladas de basura, casi estratos geológicos de basura! ¿Por qué destruimos los espacios de felicidad?".

- Lugares comunes. "Escribo también contra las frases hechas, ¡pueden ser mortales! Ustedes, los periodistas, debieran hacer un catálogo de frases hechas. Le doy dos: 'El matrimonio gay destruye la familia'. 'España se resquebraja'. ¡Y también podríamos decir que destruyen la familia quienes no se casan! Se aceptan como normas de conducta y muchas veces impulsan determinadas violencias".

- La televisión. "¿Cómo me dejó mi trabajo ahí? Exhausto. Nueve meses durante los cuales no pude hacer otra cosa. Ahora sigo en mi Filía, un ensayo monumental. Me confirmé en el poder terrible y extraordinario del fenómeno televisivo; tiene maravillosas ventajas educativas, pero también transmite ideología, imágenes hechas, ¡y eso puede llevar dentro mucho peligro! Dijeron, entre otras cosas, que no tenía televisor, que cómo podía emitir mi opinión. Aparte de la falacia que encerraba ese lugar común, le recuerdo esta frase de Clarín que me regaló su bisnieto Juan Cueto: 'Para saber que hay un burro detrás de la tapia basta verle las orejas'. ¿El cuerpo del burro que vi? Bastante lamentable, pero los burros suelen ser maravillosos y al final pueden ser mucho mejores que los hombres burrificados".

Emilio Lledó, ayer en Madrid.
Emilio Lledó, ayer en Madrid.GORKA LEJARCEGI
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