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Naia del Castillo retrata las estrategias de la seducción y sus artilugios

La artista Naia del Castillo (Bilbao, 1975) presentó ayer, en la sala Alcalá, 31, de la Comunidad de Madrid, una exposición de 31 fotografías y objetos-esculturas de los últimos tres años que agrupa bajo el título Trampas y

seducción. La muestra forma parte del programa de PHotoEspaña 2004. "Es la visión de una mujer sobre cuestiones que me interesan, como la seducción, el amor, el entorno doméstico, pero no desde una posición feminista. Lo veo a través de lo que soy, pero no es arte de género", declaró Naia del Castillo.

Una versión de la muestra se presentó en enero en el Artium, de Vitoria, pero este montaje amplía el trabajo reciente de la artista con tres series: Atrapados, Retratos y diálogos, y Sobre la

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PhotoEspaña 2004 arranca con más de 50 exposiciones en distintos espacios de Madrid

seducción, a los que se incorporan algunos de los objetos que aparecen en las fotografías, como los vestidos utilizados en las imágenes de Liciérnaga; los elementos que emplea en Tiro con

arco, o la silla para su Espacio

doméstico. La artista expone los objetos y las imágenes desde su formación en escultura en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco y, sobre todo, tras el máster de escultura en Londres. "Pienso más en volúmenes que en objetos. Hacer un vestido es una escultura".

Reclamos

Naia del Castillo señala que está interesada en el círculo del seductor y seducido, el discurso amoroso, y los elementos que se utilizan en las estrategias de seducción, desde el vestido al reclamo de las plumas (pavo real) o la luz (luciérnagas). "En algunas imágenes aparecen la víctima y el verdugo, con mujeres y hombres, aunque no aparezcan, como en algunos de los retratos con cabellera femenina. Otras veces se trata de hacer visual lo que no se ve y lo que nos afecta a todos. No me interesa la fotografía exquisita, pero sí la imagen bella, aunque detrás esté la violencia".

La parte central del antiguo patio de operaciones ideado por el arquitecto Antonio Palacios muestra nueve imágenes de la serie de retratos y diálogos, con rostros tapados por cabelleras, y en otros espacios se han situado los atra

pados en el espacio doméstico, como la joven-silla o las prolongaciones de vestidos como ataduras del cuerpo.

La comisaria de la exposición, la historiadora y crítica de arte Victoria Combalía, que es también asesora de artes plásticas de la Consejería de Cultura y Deportes, destaca de la obra de Naia del Castillo las metáforas y sugerencias de sus imágenes, que se presentan "con suavidad y naturalidad, donde todo pasa sin violencia". "Refleja el mundo de la mujer, pero las reivindicaciones de su generación pasan por la metáfora y no como en los años setenta, que eran directas y combativas. En el texto del catálogo estudia los personajes atrapados a lo cotidiano, el juego de la ambigüedad, la seducción a través de las prendas de vestir, "la ambivalencia de la mujer entre la superioridad de la seductora y la inferioridad de su posición en el seno de la vida cotidiana".

La artista, premiada en Ertibil, Injuve, Bancaixa, Gure Artea y UPV, ha presentado este año sus piezas en las ferias Maco (México), Foro Sur, Dfoto y Arco, con las galerías Distrito 4, Dels Angels y Bilkin.

<i>Retratos III,</i> de Naia del Castillo (2000).
Retratos III, de Naia del Castillo (2000).
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