El legado de Hemingway logra un acercamiento entre Cuba y EE UU
Los dos países firman un acuerdo para conservar la obra del premio Nobel en la isla
El escritor estadounidense Ernest Hemingway puso punto final a su libro El Viejo y el Mar -quizá su obra más conocida-, en 1951. Entre mojito y mojito, el premio Nobel de Literatura, sacaba tiempo para la escritura en la Finca Vigía. Una casona colonial a 25 km de La Habana, tupida de vegetación y cerca al mar, donde Hemingway pasaba largas temporadas desde su adquisición en 1939. Funcionarios del Consejo Nacional de Patrimonio de Cuba y representantes de la fundación estadounidense Finca Vigía Foundation Inc, firmaron ayer un convenio que permitirá dar continuidad al trabajo de conservación de los libros y textos guardados en la finca del escritor, hoy Museo Ernest Hemingway.
Antes de recibir el Premio Nobel en 1954, Hemingway repitió varias veces que el premio le pertenecía a Cuba. Su afición a la pesca, el ron y la cacería eran bien conocida por los lugareños. Los trabajos de conservación, restauración y digitalización de la colección documental del Museo Hemingway comenzaron hace ocho años. Desde ese entonces, ha sido posible poner a disposición de especialistas, estudiosos y curiosos, más de 3.000 documentos inéditos que incluyen la correspondencia del autor.
Los trabajos conjuntos incluyeron, además, la restauración del yate Pilar, que Hemingway compró en 1934. Pese a que Estados Unidos y Cuba no tienen relaciones desde 1961, la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca, hace un año, ha aumentado el intercambio cultural entre ambos países.