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Reportaje:

Un nuevo cine fantástico español

El Festival de Sitges se abre el jueves con 'El orfanato' y celebra los 25 años de 'Blade runner'

Con El orfanato, de Juan Antonio Bayona, candidata española para la carrera de los Óscar, abrirá fuego este próximo jueves la 40ª edición del Festival Internacional de Cinema de Catalunya, Sitges'07. Su programación estará marcada por una considerable presencia de producciones nacionales, obras en su mayor parte de cineastas debutantes que apuestan por el género fantástico. La esperada Los cronocrímenes, de Nacho Vigalondo -medalla de oro a la mejor película en el Fantastic Fest de Austin (Tejas)-; Rec, de Jaume Balagueró y Francisco Plaza -presentada en la Berlinale y ya con remake americano en marcha-; La habitación de Fermat, de Luis Piedrahita y Rodrigo Sopeña, y El rey de la montaña, de Gonzalo López-Gallego, ejercerán de cabezas de pelotón en la sección oficial.

Ángel Sala: "Muchos autores empiezan a afrontar el género bajo el signo de lo posible"
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Pero quien rebusque en la densa programación podrá encontrar otras estimulantes propuestas de riesgo de origen local, como Aparecidos, de Paco Cabezas, road movie con desvío al terror, y El barón contra los demonios, de Ricardo Ribelles, sorprendente space-opera con exorcismos y artesanales (pero impresionantes) efectos especiales.

"Nos hemos encontrado con un regreso a la producción de género del cine español, que se había dejado de lado después del boom de los noventa", señala Ángel Sala, director del certamen. "Todas las propuestas tienen bastante nivel. Y juegan con una enorme diversidad de registros: de la ciencia-ficción al terror más claro y contundente, de la vocación mainstream al riesgo y los nuevos formatos narrativos".

En el resto de la programación se apunta un viraje hacia el realismo: "Hay una tendencia a plantear el terror desde un punto de vista muy realista y cotidiano. Muchos autores empiezan a afrontar el género bajo el signo de lo posible", afirma Sala. En este sentido, coinciden en la programación dos películas que parten de un mismo caso real de la crónica negra de Indiana, acontecido en 1965: An american crime, de Tommy O'Haver, y Jack Ketchum's the girl next door, de Gregory Wilson, diseccionan el caso de Gertrude Baniszewski, acusada de espolear la sistemática tortura y planear el brutal asesinato de la adolescente Sylvia Likens, que mantenía alojada en su casa. Las francesas Frontier(s), de Xavier Gens, y À l'intérieur, de Julien Maury y Alexandre Bustillo, reviven las claves del cine gore con un sádico gusto por el detalle hiperrealista. Frontier(s) incorpora algunos guiños a la crispación de las revueltas suburbiales en el país vecino.

Incluso dos géneros aparentemente impermeables a las exigencias de verosimilitud tendrán su propio baño de realismo: la japonesa Dai-Nipponjin, de Hitoshi Matsumoto, aplica una mirada antiépica sobre el género de las kaiju-eiga -películas de monstruos gigantes que tuvieron en Godzilla a su emblema-, a través de la historia de un superhéroe a la fuerza obligado a combatir colosos radioactivos; y Diary of the dead, de George A. Romero, coloca el arquetipo del muerto viviente bajo la luz de la cultura egomaniaca de los videoblogs.

Romero, el legendario creador de La noche de los muertos vivientes (1968) -y, por tanto, padre fundador del moderno terror norteamericano-, recibirá en el marco del festival el Gran Premio de Sitges al conjunto de su carrera, pero no será la única presencia de impacto para el aficionado.

Al mismo tiempo que el certamen cumple sus primeros 40 años, un clásico contemporáneo del calibre de Blade runner (1982) celebrará en la localidad catalana su 25º aniversario de la mano del actor Rutger Hauer, el diseñador Syd Mead, el mago de los efectos especiales Douglas Trumbull y Michael Lauzirika, responsable de la reconstrucción digital de la película de Ridley Scott.

"Fue una película muy discutida en su momento", recuerda Sala, "pero ahora todo el mundo la alaba. Hubo quien la consideró un spot televisivo alargado y en la taquilla americana fue un fracaso. Pero marcó un tono para la ciencia-ficción: más oscuro, pesimista, realista... Películas posteriores como El quinto elemento o las que integran la última trilogía de Star Wars se han hecho eco de su influencia. Más allá del género, marcó la estética de todo el cine posterior de los ochenta: el thriller, el tratamiento del espacio urbano...".

Otro de los platos fuertes de la programación será la proyección del proyecto Grindhouse, de Quentin Tarantino y Robert Rodríguez, con su concepción original de programa doble completado con falsos tráileres. La presencia de las actrices Zöe Bell y Sydney T. Poitier supondrá un considerable valor añadido a la proyección. También han confirmado su presencia en Sitges el italiano Enzo G. Castellari, el coreano Park Chan-wook y el indio Tarsem Singh.

Harrison Ford, en <i>Blade runner,</i> de Ridley Scott.
Harrison Ford, en Blade runner, de Ridley Scott.
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