Atlético de MAdrid y Calpisa, aufortunados en los sorteos europeos
Atlético de Madrid y Calpisa, los dos representantes españoles en las competiciones continentales de balonmano, tuvieron fortuna -la mejor que podían esperar, dentro del gran nivel de todos los posibles rivales- en el sorteo de las semifinales celebrado ayer en Basilea. El equipo rojiblanco se enfrentará en Copa de Europa al Valur Rejkavik. islandés, y el alicantino, en Recopa, al Goteborg sueco.
La suerte de los dos campeones españoles ha sido por exclusión, pues los dos restantes semifinalistas en cada torneo parecen en teoría más fuertes que Valur y Goteborg. En el caso del Atlético, concretamente, tanto el Grosswallstadt alemán federal, como el Dukla de Praga checoslovaco, vencedores en cuartos de final del Partizan Bjelovar yugoslavo -antiguo campeón europeo- y del Tatabanya húngaro, hubiesen sido peores. Para el Calpisa, aunque el Goteborg acaba de eliminar al Dankersen alemán federal, más duros hubiesen sido el otro equipo germano, el legendario Gummersbach -con mayoría de títulos conseguidos hace varios años- y el Yugoslavo Borac Banja Luka -también una vez campeón continental-. En cualquier caso, no se puede olvidar que en las copas europeas de esta temporada no participan equipos de naciones tan potentes como Polonia, Rumania, URSS o RDA por su preparación olímpica.Los partidos de ida se jugarán en ambos casos en terreno español, lo cual es una desventaja, entre los días 25 de febrero y 2 de marzo, y los de vuelta, entre el 3 y el 9 de este último mes.
El Valur eliminó en cuartos de final a otro equipo sueco, el HK Drott de Halmstad, y su nivel es similar al del Fredericia danés, eliminado por el Atlético tras empatar, 17-17 en la ¡da y ganar apuradamente, 19-17, en la vuelta. El Goteborg, por su éxito ante el Dankersen, parece superior al Debrecen húngaro, que, si ganó al Calpisa por 24-22 en Hungría, fue arrollado por el campeón de Copa español en Alicante, 32-19.
Cabe señalar que en las competiciones continentales el mayor éxito español fue en 1976 con el título de la Recopa logrado por el Granollers ante el Dankersen ya citado. Además hubo «otras dos llegadas» a semifinales. En 1977, también en Recopa, el Atlético perdió con el MAI de Moscú, y en 1978, en Copa de Europa, el Slask de Wroclaw polaco cerró al Calpisa el paso a la final. Así pues, un triunfo atlético en esta última competición sería la mayor novedad y la conquista de una nueva cota en el balonmano español, tras el título mundial B obtenido hace unos meses en Barcelona, con el pasaporte, además, para los Juegos Olímpicos.
