"El Barça nos tiene ganada la batalla psicológica"

Los proyectos pasan y Felipe Reyes (Córdoba, 30 años) permanece. El capitán madridista afronta su séptima temporada en el Madrid con la necesidad imperiosa de ganar algún título después de tres años en blanco. La primera oportunidad es la Copa del Rey, que comienza mañana.

Pregunta. Al igual que el de fútbol, el Madrid de baloncesto lleva 17 años sin ganar la Copa. ¿Cómo lo valora?

Respuesta. Son demasiados para un club grande. En los últimos, hemos llegado a bastantes finales [cuatro en la última década], pero siempre nos hemos quedado a las puertas. Afrontamos esta Copa con una motivación especial porque de nuevo es en Madrid y la última vez que la disputamos en casa nos eliminaron a las primeras de cambio. Hay que dar ya una alegría a nuestra afición.

"Llevamos tres años sin ganar nada, sin rematar la faena. Eso te acaba afectando"

P. ¿Cómo influyen las particularidades del torneo, como el sorteo, los cruces o el calendario de los partidos?

R. La Copa es un torneo especial. Cualquier equipo puede dar la sorpresa. Ahí está su encanto. Es una final detrás de otra, sin margen de error. Este año nos ha tocado empezar el jueves. Eso será un factor a favor. Los años que hemos alcanzado la final hemos llegado después de disputar tres partidos consecutivos sin descanso y eso se nota... El día de descanso en una competición tan corta es decisivo.

P. ¿Qué recuerdo tiene de la Copa que ganó con Estudiantes en 2000?

R. Maravilloso. Era mi primer título como profesional. Jugué bastantes minutos. Hice dos buenos partidos. Luego, me perdí la final porque pillé la mononucleosis. Mi hermano, Alfonso, fue elegido el jugador más valioso.

P. Los pronósticos apuntan hacia una final contra el Barcelona. ¿Miedo, ganas de revancha...?.

R. No quiero pensar en el Barça hasta que llegue el momento, si es que llega, pero está claro que este año nos ha ganado dos veces y bastante bien, haciéndonos muchísimo daño. Si nos volviésemos a encontrar con los azulgrana, tendríamos que dar una imagen muy distinta [derrotas por 89-55 en las semifinales de la Supercopa y por 95-75 en la ACB].

P. ¿Es esa la distancia real entre ambos equipos?

R. La diferencia entre el Madrid y el Barça no son ni 20 ni 30 puntos. Ellos salieron muy fuertes, mucho más metidos en los partidos, y eso nos hizo ir a remolque. Si queremos ganarles, tendremos que salir mucho más motivados y disputar cada balón como si fuera el último. Tendremos que sorprenderles por intensidad y fortaleza.

P. Solo han ganado uno de sus últimos 11 enfrentamientos contra el Barça. ¿Dónde está el problema?

R. El aspecto psicológico es muy importante y ahora mismo nos tienen ganada esa batalla. Intentamos hacer borrón y cuenta nueva y empezar de cero cada partido, salir enchufados. Pero, inconscientemente, nos afecta. Es ahí donde tenemos que luchar para superarles.

P. El año pasado, el proyecto del Madrid se basaba en jugadores veteranos. En este se centra en jugadores jóvenes. ¿Con qué idea se identifica más?

R. Me identifico con un proyecto en el que haya una mezcla de gente joven y veterana y, sobre todo, en el que haya mucho jugador nacional. Esa mezcla está muy bien este año.

P. ¿Qué le falta al Madrid de Ettore Messina para lograr títulos?

R. Llevamos tres años sin ganar nada y eso te acaba afectando. Nos falta, por ejemplo, hacer una buena Copa para dar ese salto de calidad y acabar con la irregularidad. Nos falta rematar la faena, una victoria definitiva, afrontar los partidos importantes con mentalidad ganadora. Pero estamos en el buen camino.

P. ¿Cómo es Messina? ¿Cómo ha cambiado su juego?

R. Es muy meticuloso y perfeccionista. He evolucionado mucho en el tiro exterior por consejo y por supervivencia. Cuando pasas a jugar de 4, tienes que abrir espacios y jugar por fuera y, si no tiras bien, se complica mucho la cosa.

P. ¿Cómo afectó la llegada de Begic a los hombres altos?

R. Estaba claro que uno sobraba. La situación era incómoda, pero, cuando estás en un club como el Madrid, sabes que pueden pasar estas cosas.

P. ¿A quién elegiría para jugarse el último tiro?

R. A Llull.