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Reportaje:

Contador pone a prueba la alergia

El ciclista de Pinto vuelve a correr en Castilla y León, donde preparará las clásicas belgas

Carlos Arribas

De las primeras etapas del Giro de 2008, las de Sicilia y el sur, el calor y los campos abiertos, Alberto Contador recuerda el agobio, la asfixia e hinchazón, que le producía la alergia. "Aunque terminé ganando el Giro, las pasé canutas", dice Contador, quien hasta ese año y después, apenas ha competido en abril y mayo, los meses en que más insidiosos son los pólenes y las gramíneas. "Sólo lo pasé peor el último fin de semana de marzo este año, en los bosques de Córcega durante el Critérium Internacional, donde creo que lo peor fue el tremendo viento que sacudía los árboles". Desde aquella carrera, desde la crisis del col de L'Ospedale que acabó con su leyenda de invencible y que hizo dudar a los más sensibles, Contador se ha dedicado a entrenarse, a marcar con su sudor los puertos de Segovia y Ávila.

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En su punto de mira, la Vuelta a Castilla y León, que tanto le gusta y que comienza hoy, y la Flecha Valona y la Lieja-Bastogne-Lieja, las clásicas que querría añadir a su palmarés para sentirse corredor más completo aún: el mejor ciclista del mundo en pruebas por etapas se mostraría también como el mejor en pruebas de un día.

Ambas, en las semanas más peligrosas para la alergia, que se verá sometida a dura prueba. "Pero ya he visto que el tiempo va a ser frío y lluvioso en Castilla y León [la carrera, que Contador ya ganó en 2007 y 2008, cuando se corría en marzo, recorre este año, desde hoy hasta el domingo, el norte de la comunidad, por el Camino desde Belorado hasta Santiago con momentos señalados en el Morredero, el viernes, y una contrarreloj en Ponferrada el sábado] y no creo que en Bélgica haga muy bueno tampoco, con lo que la alergia podrá respirar, espero".

En Bélgica, donde se espera con expectación su debut real -participó en ambas clásicas en 2007, pero sin disputar realmente- estará ya el mismo domingo, el día en que Fabian Cancellara, el Contador de las clásicas, el suizo que ha dominado el pavés flamenco, deje ya descansar a su bicicleta tras la Amstel Gold Race. "Pero, aunque me gusta intentar ganar todo lo que corro, a Bélgica sólo voy para ver cómo me manejo, a aprender", dice cauto Contador, quien aparte de medirse con el Muro de Huy o la Cota de La Redoute, se encontrará con los hermanos Schleck, ya en forma, Alejandro Valverde y Cadel Evans, verdaderos rivales Tour.

Contador, con su nueva bici con el amarillo del Tour, el rosa del Giro y el rojo de la Vuelta en la horquilla.
Contador, con su nueva bici con el amarillo del Tour, el rosa del Giro y el rojo de la Vuelta en la horquilla.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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