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AUTOMOVILISMO | FÓRMULA 1

La FOTA gana su primera batalla a la FIA

Los equipos no crearán un campeonato paralelo a la fórmula uno y mantendrán las normas de 2009.- Mosley no se presentará a la reelección

Tras varias semanas de litigios y amenazas, la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) y la Asociación de Equipos de Fórmula Uno (FOTA), compuesta por todos los equipos de la parrilla salvo Force India y Williams (excluidos de dicho organismo por inscribirse en el Mundial 2010), han resuelto parte del conflicto que amenazaba con dividir el circo en un deporte de dos categorías, impulsada por un nuevo campeonato con normas propias. Finalmente, no se creará ese Mundial. La FOTA, reunida el pasado jueves en Bolonia, acordó anular su proyecto y mantener el próximo año las normas establecidas en 2009 a cambio de que Max Mosley, máximo dirigente de la Federación, no se presente el próximo mes de octubre a la reelección del cargo que ostenta desde 1993.

"No habrá escisión sino un único Mundial en 2010. Hemos llegado a un acuerdo sobre la reducción de costes con el objetivo de volver a los niveles de gasto de la década de los 90 en un plazo de dos años", ha indicado escuetamente el presidente de la FIA al término de la reunión. Mosley ha debatido el tema con el presidente de la FOTA, Luca Cordero di Montezemolo, con quien probablemente haya llegado a un acuerdo antes del concilio celebrado esta mañana en el Consejo de la FIA.

De esta forma se zanja el primer capítulo de la guerra iniciada por el límite de presupuestos anuales que Max Mosley intentó imponer a los equipos a partir del año próximo. El presidente de la FIA estableció un tope máximo de 45 millones de euros por equipo para facilitar la llegada de nuevos equipos ante la baja de algunos mermados por la crisis económica, algo que despertó el rechazo unánime de los equipos tradicionales de la parrilla, que abogaban por un descenso progresivo de las cuantías. Inmediatamente, la FOTA rechazó de plano la propuesta, y comenzó un pulso con amenazas incluidas de crear un Mundial nuevo e independiente, desvinculado de la Federación. Mosley respondió anunciando querellas contra quienes decidieran resolver el conflicto de esta forma, a lo que la FOTA, en boca de Flavio Briatore, contestó que no había vuelta atrás en la organización de un nuevo campeonato.

Sin embargo, de los presupuestos apenas se ha hablado en la reunión de esta mañana. La postura de los equipos se mantiene intacta, y el rechazo unánime promete una nueva batalla por los derechos comerciales de la fórmula uno. Esta vez, el rival será Bernie Ecclestone. Los equipos solicitan una compensación económica por la explotación de derechos cercana al 70 por ciento del total. La coyuntura y el fantasma de una posible escisión de las principales escuderías, que provocaría un descalabro en la fórmula uno en cuanto a derechos comerciales, ha ido ablandando al patrón británico, que considera lógica la reacción de los equipos ante un recorte tan abultado de los presupuestos como el que proponía Mosley.

Probablemente, esta disputa no será tan tensa como la que han mantenido Montezemolo y Mosley, y aunque no se consiga finalmente el 70 por ciento pretendido por la FOTA, los equipos darían su brazo a torcer si se consiguen unas ganancias de entre el 55 y el 60 por ciento.

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