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MUNDIAL DE F-1 | Gran Premio de Alemania
Columna
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Fernando no necesitaba nada

Pudieron salir con el orgullo por delante y se fueron de Hockenheim cabizbajos, con caras tristes y con la sensación de haber hecho algo malo. Ferrari no pudo celebrar el doblete que consiguieron Fernando Alonso y Felipe Massa con la grandeza que la ocasión requería. La escudería cometió un nuevo error de peso, que no solo les costó una multa de 100.000 dólares y la amenaza que supone que el caso pase a ser estudiado por el Consejo Mundial, sino también un deterioro de la imagen del equipo y de sus dos pilotos.

A Fernando no le hacía falta nada de todo eso. No necesitaba que el equipo le dijera subliminalmente a Massa que se dejara pasar. Iba más rápido que su compañero de equipo y no habría tardado demasiado en adelantarle, a pesar de las dificultades. Y todo habría sido más limpio, más claro, más lógico y más natural. Pero el equipo quiso asegurarse de que no habría problemas entre sus dos pilotos y quiso dejar muy claras sus prioridades.

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"Alonso va más rápido que tú. ¿Confirmas que has entendido el mensaje?". Se lo dijeron a Massa así de claro, así de contundente. Y no le dejaron otra opción que dejarse adelantar. Recuerdo que Barrichello confesó que en 2002, cuando tuvo que ceder el paso a Michael Schumacher poco antes de llegar a la meta, había recibido la amenaza de que no le renovarían su contrato si no cedía. Con Massa no llegaron tan lejos. Es posible que el Consejo Mundial no logre demostrar que aquello fue una orden de equipo y todo quede reducido al hecho de que dos pilotos del mismo equipo decidieron ayudarse. Pero todos los aficionados que estaban viendo la carrera supieron de inmediato que se trataba de una orden de equipo. Y Massa lo dejó muy claro por la forma cómo se dejó pasar. Los comisarios de carrera entendieron lo mismo y por eso lo sancionaron.

Pero el peor daño no es la multa ni la hipotética sanción del Consejo Mundial. Lo peor es que el brillante trabajo que el equipo y los pilotos han realizado para alcanzar a Red Bull y colocarse en la situación de privilegio que ahora tienen ha quedado ensuciado por una conducta antideportiva e innecesaria, que mancha al equipo, a Alonso y a Massa.

Los errores han sido demasiados este año y demasiado gordos. Ferrari no puede cruzarse de brazos y esperar. Alguien tiene que tomar medidas. Alguien debe decirles a los dirigentes del equipo que ya basta. Y alguien debe calmar a Fernando para evitar que repita comentarios como el que hizo ayer "Esto es ridículo, chicos", la primera vez que intentó pasar a Massa y este recuperó su posición. Hablamos de un doble campeón mundial, del mejor piloto del paddock, de un aspirante al título. Pero también a él hay que ponerle el freno en alguna ocasión.

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