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La Guardia Civil sospecha que Fuentes suministraba hormonas falsificadas

El hallazgo de 3.000 envases de Norditropin en un descampado de Valencia refuerza los indicios

Carlos Arribas

El hallazgo en septiembre de 3.000 envases falsificados de hormona de crecimiento en un descampado de Valencia ha permitido a la Guardia Civil colegir que Eufemiano Fuentes, principal imputado de la Operación Puerto, suministraba a los deportistas que trataba medicamentos falsos procedentes de laboratorios clandestinos establecidos en la región levantina. Las características de serigrafiado de los envases ha permitido a los investigadores relacionarlos con las cajas de Norditropin intervenidas en los pisos registrados el pasado mayo durante la Operación Puerto.

En 2003 la Guardia Civil ya desarticuló un laboratorio clandestino de hormonas en Cullera
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La 'pichicata' de Eufemiano

El juzgado número 31 de Madrid, que instruye el sumario de la Operación Puerto, ya cuenta con los documentos policiales del hallazgo y por el que dos personas están imputadas por un delito contra la propiedad industrial por falsificación.

Los envases encontrados por las fuerzas policiales la última semana de septiembre en Valencia, por otra parte, han hecho a los investigadores retroceder a tres años atrás y a la Operación Mazas. Entonces, a finales de 2003, se desarticuló en Cullera (Valencia) un grupo organizado dedicado a la elaboración clandestina de anabolizantes y hormonas. Según la Guardia Civil, a la luz de los miles de envases hallados, con las mismas tipografías y marcas de imprenta comercial, con los mismos errores, el grupo ha reiniciado sus actividades.

Norditropin Simplexx es el nombre comercial de la somatropina (hormona del crecimiento, producto muy apreciado en los círculos deportivos ya que es prácticamente indetectable en los laboratorios antidopaje) y lo fabrican legalmente los laboratorios daneses Novo Nordisk. En España, su venta en farmacias está prohibida, sólo se distribuye en los hospitales, por lo que el mercado negro se nutre principalmente de dos vías: de las compras por internet de Jintropin, hormona del crecimiento sintetizada en China, y de las falsificaciones.

En el registro de dos pisos madrileños en los que Eufemiano Fuentes trataba a sus deportistas, la Guardia Civil encontró gran número de fármacos caducados, medicamentos no autorizados en España y procedentes de países del Este, esteroides anabolizantes, hormonas de crecimiento, eritropoyetina y medicamentos de uso veterinario conservados en frío para su mantenimiento.

La mayor parte de los envases de eritropoyetina eran de la marca Eposino, fabricados en Shandong (China) y los de hormona de crecimiento, de Jintropin. Pero también había cajas de Norditropin Simplexx, que según los investigadores eran falsificaciones que imitan medicamentos presentes en el circuito legal español.

Según los investigadores, el grueso de la producción de los laboratorios clandestinos, establecidos habitualmente en garajes o locales que no reúnen las mínimas condiciones sanitarias, se dedica al circuito de los gimnasios, pero otra parte se utiliza en el tratamiento de deportistas profesionales. En las decenas de folios de programaciones de temporada para ciclistas intervenidas en los registros de la Operación Puerto se encuentran indicaciones de uso de hormona de crecimiento junto a otros productos como EPO, anabolizantes o Igf-1, aparte de la especialidad de la casa, las transfusiones de sangre.

El Igf-1, un potente factor de crecimiento celular, el tercer producto básico de la farmacopea dopante del deporte actual, lo obtenían, según fuentes de la investigación, importando la molécula de laboratorios de Australia e Israel que lo venden a diferentes centros de investigación. Dado que su uso como medicamento sólo está autorizado en Estados Unidos, para un tipo especial de enanismo, y Japón, para una forma de diabetes, el producto importado, que se puede comprar por internet aunque en las aduanas hay que justificar su uso, en realidad no es apto oficialmente para el uso humano. Esa referencia se eliminaba, obviamente, en el cartonaje falso con que se le viste en España después de bautizarlo con el nombre de Igtropin.

Eufemiano Fuentes, junto al hematólogo José Luis Merino Batres y cinco personas más, está imputado por un presunto delito contra la salud pública. El principal problema de las falsificaciones es la falta de garantías en cuanto a la pureza del contenido, la dosificación o la calidad del producto.

Eufemiano Fuentes, en el centro, acompañado de su madre y su abogado.
Eufemiano Fuentes, en el centro, acompañado de su madre y su abogado.EFE

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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