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EL CÓRNER INGLÉS
Columna
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¿Guardiola al circo ruso? Ni loco (se supone)

- "Podría decir: '¿Qué títulos ha ganado?' Pero no lo haré".

-José Mourinho, sobre su sucesor como entrenador del Chelsea

Si le hubiéramos preguntado a Pep Guardiola o a José Mourinho hace cinco semanas qué equipo extranjero les haría menos gracia tener como rival en la fase eliminatoria de la Liga de Campeones hubieran respondido, no puede haber ninguna duda, que el Chelsea. Hoy no lo tendrían tan claro. Hoy el Barcelona y el Real Madrid, pero más el Barcelona, tienen un margen de ventaja enorme en las casas de apuestas inglesas como favoritos para levantar la Copa de Europa en Wembley en mayo del año que viene.

El gran misterio del fútbol europeo es el colapso tan repentino del hasta ahora temible equipazo del magnate ruso Roman Abramovich. El Chelsea comenzó la temporada como un tren pero ahora, desanimado y sin gas, registra números más acordes con un equipillo que cojea hacia el descenso. Desde que perdió 0-2 el 7 de noviembre contra el Liverpool, otro grande que sufre, van ocho partidos con dos victorias, dos empates y cuatro derrotas. El resultado más asombroso fue un 0-3 en casa contra el voluntarioso, pero no exactamente candidato a la gloria, Sunderland. El fin de semana pasado el club londinense empató, otra vez en casa, contra el Everton y al final del encuentro la afición del circo ruso de Stamford Bridge, rompiendo con la admirable -y muchas veces curiosa- tradición inglesa futbolera de lealtad incondicional, abucheó a sus jugadores.

Abramovich sueña con él para reemplazar a Ancelotti en el Chelsea, un león herido que si no ruge se comerá al domador
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Carlo Ancelotti, el entrenador italiano del Chelsea, había sido un rey hasta la debacle contra el Liverpool. "¿Mourinho? ¿Quién es Mourinho?", se preguntaban los fans, la nostalgia que les producía su antiguo mesías ya aparentemente superada. Ahora a Ancelotti se lo ve empequeñecido, sin respuestas, y mucho se especula que Abramovich está perdiendo la paciencia con él. El runrún en Londres es que el caprichoso ruso sueña con reemplazarlo con Pep Guardiola, idea disparatada por dos razones. Una, que mientras Leo Messi y compañía sigan rindiendo a su actual nivel el entrenador que los abandonase voluntariamente tendría que ser un desquiciado, cosa que Guardiola parece no ser. Dos, viéndolo desde el punto de vista del Chelsea, queda por ver si el catalán prosperaría fuera de su zona de confort culé.

¿Qué le pasa el Chelsea? Es verdad que han tenido problemas con lesiones -John Terry y Frank Lampard, el alma del equipo- y que su máquina de goles, Didier Drogba, se ha estado recuperando de un brote de malaria. Pero también es verdad que estos tres pilares de la época triunfante de Mourinho, que hizo grande al Chelsea entre 2004 y 2007, tienen más de 30 años. Y los fichajes que se han hecho en los últimos dos años, ante la inevitable percepción de que urgía renovar la plantilla, han sido pobres.

Los nombres de Ross Turnbull, Daniel Sturridge, Yuri Zhirkov, Ramires y Yossi Benayoun (vendido sin remordimientos por el Liverpool) no han dejado mucha huella hasta la fecha en la conciencia colectiva del futbolerío inglés. Comparémoslos con los jugadores a los que han remplazado: Michael Ballack, Joe Cole, Arjen Robben y el ahora madridista Ricardo Carvalho. Todos han sido leyendas en Stamford Bridge. En el verano podrían haber fichado por precios asequibles a Rafael Van der Vaart, que está haciendo una grandísima temporada en el Tottenham tras su llegada del Real Madrid, o a Javier Chicharito Hernández, la nueva sensación mexicana del Manchester United. Pero ni se le pasó por la cabeza a Abramovich, o a Ancelotti, que da la sensación de estar perdiendo lo que más necesita un entrenador que aspira al triunfo, el respeto de sus jugadores.

Las declaraciones del italiano tras caer esta semana contra el Marsella en la Liga de Campeones no inspiraban mucha confianza, y menos por haber sido las mismas que hizo después de la derrota contra el Sunderland y el empate contra el Everton. "No me he venido abajo", dijo. "Quiero resolver este problema... El mal momento continúa, pero debemos seguir...". Hoy el Chelsea juega contra el Tottenham (17.00, Canal +). Después con el Arsenal y el Manchester United. Ninguno de los tres se enfrentará al vigente campeón inglés con miedo. Más bien, lo verán como un león herido, un león que si no vuelve a rugir solo le quedarán fuerzas para comerse a su domador.

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