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"Ha sido aterrador"

Serena Williams, ex número uno y campeona de 13 grandes, ya tiene el alta tras ser ingresada por una embolia pulmonar

La estadounidense Serena Williams, de 29 años, ganadora de 13 títulos del Grand Slam, sufrió la semana pasada una embolia pulmonar y el lunes fue atendida "de urgencia" en el hospital Cedars-Sinai de Los Ángeles por un hematoma en la misma zona. Esa segunda dolencia sería consecuencia del tratamiento seguido para luchar contra el coágulo que le había provocado la embolia. Así se lo reconoció a la revista People Nicole Chabot, portavoz de la tenista, que lleva sin competir desde el pasado verano, cuando se lesionó un pie al pisar un cristal roto a la salida de un restaurante, según dijo. Anoche, sin embargo, le dieron el alta. "Ha sido extremadamente duro, aterrador y decepcionante. Sé que me pondré bien, pero estoy rezando y deseando dejar esto atrás pronto", señaló la tenista, ya en su domicilio. "Con continuas visitas del doctor para monitorizar la situación, se está recuperando en casa bajo estricta supervisión médica", aclararon sus agentes.

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"El lunes", explicó Chabot, "Serena Williams fue sometida a un tratamiento de urgencia por el hematoma que sufrió como resultado del tratamiento de otra situación más crítica. La semana pasada sufrió una embolia pulmonar que se descubrió tras su vuelta a Los Ángeles. Había estado en Nueva York porque tenía citas médicas relacionadas con el pie". Lo peor, en cualquier caso, ya ha pasado.

La tenista estadounidense, que en 2010 ganó el Abierto de Australia y Wimbledon, había expresado recientemente su deseo de competir esta primavera en Roland Garros. Para añadir confusión a la situación, el viernes grabó un anuncio; el domingo se la pudo ver vestida de gala en dos fiestas paralelas a la entrega de los Oscar (la de Elton John y la de Vanity Fair), y su twitter no ha dejado de estar activo. Desde el punto de vista médico, Serena probablemente será tratada con anticoagulantes para evitar que su sangre vuelva a espesarse hasta provocarle una nueva embolia. Desde un punto de vista deportivo, la ex número uno se enfrentaría a casi un año fuera de las pistas, si cumple con el período de recuperación planteado para otros deportistas con su dolencia, como el checo TomᨠFleischmann, que juega al hockey para los Avalanche de Colorado. Y desde el punto de vista teológico, la jugadora vive una situación peligrosa: criada según las creencias de los testigos de Jehová, que le impidieron votar a su admirado Barack Obama, la campeona, en teoría, no aceptaría transfusiones de sangre. "Estoy mejor, en casa y trabajando con los doctores para mantener todo bajo control. No puedo hacer ninguna promesa sobre mi vuelta (a las pistas), pero espero estar lista al principio del verano. Una vez dicho eso, mi meta es asegurarme de que llego hasta allí a salvo", señaló Serena. Su madre se expresó a través de Twitter: "Gracias por su preocupación. Está bien".

Serena Williams golpea la pelota durante la final del último torneo de Wimbledon.
Serena Williams golpea la pelota durante la final del último torneo de Wimbledon.ADRIAN DENNIS (AFP)

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