Marc y Randolph alargan el sueño

Treinta y seis horas después de la hazaña que supuso para ellos eliminar a los Spurs de San Antonio, los Grizzlies ratificaron con todas las de la ley que son el equipo revelación en la NBA. Vencieron por 101-114 en Oklahoma y tomaron ventaja en la semifinal de la Conferencia Oeste. En la otra semifinal de esta Conferencia, que empieza la próxima madrugada, se enfrentan los Lakers y Dallas, con ventaja de campo para el equipo de Pau Gasol.

Otra vez la pareja interior de los Grizzlies resultó demoledora: 34 puntos y 10 rebotes sumó Zach Randolph; 20 puntos, 13 rebotes, cuatro asistencias y tres tapones aportó Marc Gasol. Su poderío cerca del aro solo tuvo respuesta en Serge Ibaka, con 16 puntos, 11 rebotes y cinco tapones. Ni Perkins ni Collison estuvieron a su altura. Si brillante fue la pareja interior de los Grizzlies, no menos espectacular fue la aportación del resto del equipo. Exhibieron un juego admirable por sus recursos, por su dinamismo, su capacidad para superar al adversario en el entrejuego -robaron nueve balones más que los Thunder-, en la pintura, por su magnífica circulación de balón... por casi todos los aspectos del juego.

Kevin Durant cumplió con 33 puntos y 11 rebotes. Russell Westbrook estuvo bien en ataque con 29 puntos. Pero los jugadores exteriores y los reservas de los Grizzlies estuvieron mucho mejor que los de los Thunder. Mike Conley manejó el ritmo de juego al gusto de su entrenador, Lionel Hollins, y los Grizzlies dominaron de principio a fin con ventajas que llegaron a ser de 16 puntos en la primera parte (40-56) y de 17 al inicio del último cuarto (74-91). Los Thunder lograron algún parcial interesante, pero los Grizzlies siempre tuvieron el partido controlado y pusieron un precio altísimo a aquel que quiera acabar con su epopeya.