_
_
_
_
_

El campo de concentración de Pinochet cumple 70 años

Las atrocidades del dictador marcan la historia del Estadio Nacional de Chile, sede del Mundial de 1962

Su recinto albergó el primer partido de la historia mundialista entre los dos mayores colosos de Europa: Italia y Alemania. En sus canchas se han disputado siete Copa América y decenas de partidos de Copa Libertadores. Sin embargo, el Estadio Nacional de Santiago de Chile, es también conocido mundialmente por una razón extradeportiva: fue el más emblemático campo de concentración y de torturas de prisioneros tras el golpe militar encabezado por Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973.

El principal recinto deportivo de Chile, sede principal del mundial de 1962 y del mundial juvenil de 1987, cumple hoy 70 años con los recuerdos de momentos deportivos memorables que se vivieron allí, pero también con el peso de la "historia negra" que albergan sus muros. El recinto deportivo fue utilizado como centro de detención de presos políticos desde el día del golpe hasta el 9 de noviembre de 1973. Según un informe de la Comisión nacional sobre prisión política y tortura que cita el diario chileno La Tercera, por el llamado "Coliseo de Ñuñoa" pasaron 40.000 detenidos. De ellos, se calcula que unos 1.850 fueron asesinados y más de 1.300 aún permanecen como desaparecidos. Los prisioneros fueron divididos por sexo, siendo encarcelados en seis camarines. El velódromo del lugar fue utilizado para efectuar interrogatorios.

Esta "historia negra" del recinto que hoy cumple 70 años ha sido relatada en el documental Estadio Nacional de la directora Carmen Luz Parot, así como en los libros Estadio Nacional de Adolfo Cozzi y Frazadas del Estadio Nacional de Jorge Montealegre. Ambos autores relatan su experiencia como prisioneros en ese recinto. Además, el estadio fue recreado en la premiada película Missing (1982) de Constantin Costa-Gavras.

De hecho, este oscuro capítulo de la historia del estadio fue recordado por el propio Papa Juan Pablo II cuando visitó el lugar en abril de 1987 en el marco de un encuentro con los jóvenes chilenos, cuando aún Pinochet gobernaba al país. Allí, el Papa recordó que el estadio era un "lugar de competiciones, pero también de dolor y sufrimiento en épocas pasadas". Inaugurado el 3 de diciembre de 1938 por el entonces presidente chileno Arturo Alessandri, el Estadio Nacional fue planificado por el arquitecto austríaco Karl Brunner teniendo como referencia urbanística el Estadio Olímpico de Berlín. Si bien su capacidad original era de 48.000 personas, después de varias remodelaciones, ahora puede albergar a 67.000 espectadores.

El recinto fue testigo de 10 partidos en el Mundial de 1962 (incluida la final entre Brasil y Checoslovaquia), así como de recordados momentos del fútbol sudamericano como las Copa America de 1941, 1945, 1955 y 1991 (fue además una de las varias sedes continentales de las copas de 1975, 1979 y 1983) y siete finales de Copa Libertadores, el más importante campeonato de clubes de la región. Entre éstas últimas figura la de 1987 entre Peñarol, de Uruguay y América, de Colombia (una de las más recordadas en la historia del torneo), que finalizó con el triunfo del primer equipo gracias a un gol marcado en el último minuto del descuento.

Pero la historia del Nacional no sólo se remite al aspecto deportivo y político. El lugar también ha sido sede de múltiples eventos musicales. Allí han cantando artistas y grupos como Sting, Michael Jackson, Paul McCartney, Peter Gabriel, U2, Eric Clapton, David Bowie, Rod Stewart, Sinead O'Connor, Roger Waters, Iron Maiden y Lenny Krawitz, entre muchos otros. La próxima semana Madonna se presentará en este recinto para realizar dos conciertos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_